Dicen de él que es, según su coeficiente intelectual, uno de los hombres más inteligentes del mundo, pero lo que hace su rostro conocido a nuestros ojos no es ese rumor sino el cine, sus personajes en películas como Holocausto, Casino o Las Vírgenes Suicidas.
James Woods, que nació en Utah el 18 de abril de 1947, es más que un secundario excepcional, es un actor de larga carrera cinematográfica cuyo comienzo data del momento en el que abandonó otros sueños y ocupaciones, cosas como la idea de ser cirujano, sus estudios de ciencias políticas o el firme proyecto de ser piloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que sólo se frustró cuando se lesionó los tendones de una mano con un vidrio, lo que provocó el rechazo de su ingreso en el cuerpo. Sin esperar a licenciarse en la universidad, se marchó a Nueva York sin dar opción a que su madre pusiera impedimento alguno (su padre había muerto siendo él niño y a su madre la llamó para contarle sus nuevos planes cuando iba ya camino de la ciudad de los rascacielos).
Woods cuenta, entre otros reconocimientos, con un Globo de Oro por su papel en Promise (y varias nominaciones más por otras interpretaciones), tres premios Emmy -por Hercules, the Animated Series, Promise y My Name is Billy W.- y también dos nominaciones a los premios Oscar -por sus papeles en Fantasmas del Pasado y Salvador- pero le falta obtener la preciada estatuilla. Superados los 70 años, además de actor, ha sido productor y se ha casado en dos ocasiones (aunque sus matrimonios fueron efímeros, el primero duró tres años y el segundo sólo uno), un actor discreto y solvente, un malo de película que nos deja, en el día de su cumpleaños, algún que otro consejo entre sus palabras.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver