Pura esencia, amarillo limón.
El amarillo es el color de los sueños y la luz, el color de la alegría y de la emoción...
El amarillo es el color de los sueños y la luz, el color de la alegría y de la emoción, de la energía y el calor del sol. El amarillo brilla y el limón es su fragancia.
En 1912 dos jóvenes perfumistas leoneses familiarizados con las esencias y los aceites naturales de los valles de Laciana y Babia, atraparon en un frasco toda la frescura, el entusiasmo y el aroma de los limones mediterráneos. Le añadieron extractos de lavanda, geranio, eucalipto, romero, tomillo, espliego y bergamota en la proporción precisa para conseguir su fórmula mágica, el Agua de Colonia Concentrada Alvarez Gómez. Hoy —casi cien años después— el aroma de antaño permanece por encima de las modas y el paso del tiempo. Un gusto por la tradición y lo natural que también mantiene el diseño de su botella de color amarillo limón, tan inconfundible, atemporal y entrañable como la fragancia que encierra.
Alvarez Gómez es sinónimo de tradición, distinción, calidad, estilo propio y autenticidad. Más de 100 años avalan el éxito de esta empresa familiar íntegramente española cuyos orígenes se remontan a 1899 cuando sus fundadores se trasladan a Madrid para abrir, en la calle Sevilla, su primera perfumería.