La sensualidad del azafrán negro.

Exótico y sensual, tan antiguo como sugerente, Byredo convierte el azafrán en una fragancia imprescindible.

Siempre hay una fragancia nueva para completar nuestra lista de perfumes deseados, una infinita e inalcanzable variedad de olores a la que por imposible reservamos sólo aquellos que tan bien nos sientan y tanto nos identifican, que juegan un papel en nuestra vida o se adecúan al momento o al objetivo, a pesar de las contínuas y sorprendentes novedades con la que nos tienen siempre en vilo los perfumistas.

Y aunque no es ni nuevo ni sorprendente que el oro rojo, los pistilos secos del Crocus Sativus, el carísimo por escaso y delicado de recolectar y manipular azafrán salga del rincón de la cocina al que ha sido relegado en nuestra cultura, la verdad es que nos maravilla que vuelva en modo de fragancia tan sugerente y sensual como Black Saffron, de Byredo.

El mismo azafrán con el que la corte de los Faraones del Antiguo Egipto y las mismísima Cleopatra empleaban en ungüentos corporales, jabones y esencias ya hace más de 4.300 años, que ha servido para perfumar y dar color a los Emperadores Romanos y que los persas exportaron a Kashmir entre los siglos XI y XII para que allí se acabara convirtiendo en una de las más indudables señas de identidad cultural de la India, de los Hidús y del Budismo que Ben Gorham, fundador y Director Creativo de Byredo ha llevado a una fragancia exótica y sensual, con azafrán, pomelo y bayas de enebro de entrada, cuerpo de violeta negra, cuero y rosa de cristal y base de maderas rubias, frambuesas y vetiver, en un sencillo frasco de 100ml, todo calor y armonía, pasión y sensualidad, que cuesta 140€.

Una inversión de momentos decididos.

byredo.com



Presumir

Los perfumes que mejor te sientan, los tratamientos, masajes y terapias más placenteros… Una completa carta de sugerencias wellness.

Newsletter

No te pierdas nada, que saber no ocupa lugar.

Salir de la versión móvil