El legado de Balmain.

Ivoire es el nombre con el que Pierre Balmain bautizó un sueño. Un instante sublime en la escalera de la Ópera de París. Una desconocida de gran belleza envuelta en pálida seda. Una mirada furtiva bajo su pamela. Después, tan etérea como su vestido, se disolvió en la noche.

Así nació una fragancia sutil de acordes afrutados, un clásico de los ochenta que encarnaba el ideal de mujer Balmain: elegante, desenvuelta, algo aventurera y eternamente femenina. Treinta años después la mágica poesía de esa bella durmiente despierta de nuevo. Conservando la esencia del perfume original, el nuevo Ivoire renace envuelto en un bouquet floral de hojas de violeta que refuerza, no sin cierta nostalgia, las primeras notas afrutadas como una promesa de fidelidad a su legado.

Sin embargo, el corazón de ylang, jazmín, rosa, pimienta y galbano va vistiendo la fragancia con un toque sublime de modernidad que, a su vez, se sumerge en un fondo amaderado de cedro, vetiver y pachuli aderezado con la sensualidad de la esencia de vainilla. Una nueva fórmula que, desempolvando la original y sin traicionarla, logra adaptar un clásico con fuerte personalidad a la vanguardia de una nueva era.

El nuevo frasco rinde homenaje tanto a la herencia de la Maison como a la creación inicial firmada por Pierre Dinan. Sus líneas depuradas evocan la formación como arquitecto de Pierre Balmain, y el peso del cristal y la calidez dorada de la fragancia componen todo un símbolo de alta perfumería acorde con la esencia Balmain.