Despertarse una mañana soleada.

Dicen los narices (señores que confeccionan perfumes y que se saben de memoria miles de olores) que a los españoles nos gustan las fragancias frescas por esa tradición tan nuestra de empaparles la cabeza a los críos, ya de bebés, en agua de colonia para repeinarlos bien. Que ese recuerdo nos acompaña de por vida, que nunca llegamos a desprendernos del todo de ese olor infantil y limpio y que nos empeñamos en reconocerlo una vez más en nuestra piel. Todo esto inconscientemente.

Por eso, nos gusta echarnos la colonia a chorros, si es cítrica mejor, a diferencia de nuestros vecinos franceses que se decantan por pulverizarse perfumes densos (será que a ellos de bebés, nada…).

Nuestras propuestas frescas y nicho (que no es cuestión de volver a Nenuco…) son Orange Star (98 euros) de Andy Tauer y Cologne Pour Le Matin (115 euros) de Francis Kurkdjian, ambos a la venta en Le Secret du Marais. Orange Star se construye sobre una limpia base floral de naranja a la que se la van añadiendo aceites esenciales naturales de clementina, de mandarina roja y de lemongrass. Cologne Pour Le Matin lleva Bergamota de Calabria, Limón de Sicilia, Tomillo blanco de Marruecos, Lavanda de Provenza, Neroli de Túnez… Las dos, como dice Kurkdjian de la suya, nos transmiten «el sentimiento de tranquilidad que produce despertarse en una mañana soleada».