Sentir para vivir.
Porque si el mar es el morir, qué no será el no sentir... - 'Siente el pensamiento, piensa el sentimiento' (Unamuno) -.
A veces se sentía un ángel vestido de rosa, otras un demonio pintado en rojo fuego pero no permanecía en ninguno de los dos estadios demasiado tiempo, era tan voluble y etérea como los aromas, dinámica, aunque para él fuera siempre una diosa…
Él era divertimento puro, gracia, irreverencia, descuido y desenfado; rendido en sueños a la desvergonzada sensualidad de Marilyn y con ella en las zapatillas porque sí, porque ese día tocaba más Warhol que Kenzo siendo el uno tan amarillo como el otro en sus zapatos.
Adoradores del tiempo ambos, medido en uno u otro reloj con la única y sana intención de que no se escapase ni un minuto sin 60 segundos de vida y placer en él. Ella urbanita, él más de campo y ambos compartiendo su reverencia por Dalí… y su opinión acerca del castillo que aquel quisiera comprarse.
Él Nueva Delhi y pulseras de colores, ella Mauricio y brillo deslumbrante… pero se confesaban ambos atraídos por la opción contraria porque si de algo no huían jamás era de una aventura… una de cuento y monstruos en el bosque o de misterio y Poirot en un tren de museo y de foto antigua.
Él trasparente y a veces oscuro, ella todo el día con Karl en plata, negro o de vuelta al rojo de sus momentos dulcemente endemoniados y juntos… siempre sal y pimienta rosa, hinojo, romero, albahaca… explosivos, eléctricos, apasionados; enamorados.
Él movimiento y vida, luz de led, cerrar los ojos y ver los momentos vividos dibujarse a cámara lenta, felizmente perezosos e imborrables… Ella papel, luz de aplique, foto antigua, estropeada o medio rota… o antigua ella conservando cada viaje en su papel de foto nueva como antigua.
Tan diferentes y desiguales en la forma con indistintos e iguales en el fondo… porque al final lo que queda y lo que cuenta es la pasión con la que vives, en blanco y negro o en color, en campo, ciudad o mar, en rose o rouge… es en realidad lo de menos, y lo de más…
Las ganas que le pones, la ilusión, la risa y el empeño, el encanto, gusto y diversión, lo que quieres, lo que sueñas, lo que buscas, lo que haces, el día que compones cada día y al siguiente, lo que pintas, escribes o dibujas, lo que compartes y repartes, el halo que dejas tras de ti al marcharte…
Lo de más es sentir para vivir, porque si el mar es el morir, qué no será el no sentir… – ‘Siente el pensamiento, piensa el sentimiento‘ (Unamuno) -.
Life Looks Good