Sensaciones.

La vida no es más que las sensaciones que te llevas al alma...

Adoraba el sabor del café en domingo, aun siendo el café de siempre sabía diferente como era diferente la taza que lo contenía, un pequeño capricho que se había concedido esa misma semana; – la vida no es más que las sensaciones que te llevas al alma… – pensaba mientras disfrutaba todavía del sabor del café en su boca y, en tal pensamiento, decidió que aquel domingo iba a ser un día más para sentir que para sentirse…

Preparó al vuelo su mochila y cogió su casco, el de dejarte la cara a cuadros si lo miras, uno absolutamente indiscreto y propio de su cabeza; dejó el reloj sobre la mesilla porque lo único que no tenía intención de sentir ese día era el discurrir del tiempo.

Partió hacia la sierra en moto con la única intención de rodar hasta el agotamiento y la extenuación, el hastío y el aburrimiento, hasta que la sensación de su alma fuese tan extrema que lo único que quisiera fuera parar… Paró a la hora que fuera o fuese, la que su estómago pidió calma y alimento y degustó unas tostadas de paté al aire y el frío, bajo las nubes y la amenaza de la lluvia que nunca llega.

Adoraba el aroma a sierra, monte, bosque, río… era un aroma profundo, natural y vivo como el que recogían algunos perfumes, pocos, sólo los que se llenaban de evocaciones, sueños y música, de emociones de las que te llevas al alma, de sensaciones de vida…

Mientras las nubes se volvían más y más grises, ella volvía a casa escuchando aun lejos tras de sí el rumor de la tormenta… pero no la alcanzó, para cuando el cielo cayó al suelo ella estaba ya en casa, envuelta en placentero calor y luz verde suave… Y tras la ducha el mimo, el que sentía en su piel al acariciarla con pura seda y caviar.

Luz indirecta en el salón, y el baile de la llama de una vela aromática profundamente evocadora… se puso una gota de perfume en las muñecas, de su perfume, el de él, no era la primera vez, en ella tomaba otro aroma y siempre le había parecido un gesto profundamente sensual.

Se acomodó en el sofá con un libro entre sus manos, uno de mujeres intensamente vivas… su móvil parpadeaba anunciando un mensaje y ella sonreía, antes si quiera de leerlo sabía que eran las palabras que le faltaban para colmar su día de sensaciones, y entonces una idea tomó forma en su cabeza…

Se levantó y alcazó su libreta, buscó la página que se iba llenando de respuestas a una única pregunta ¿qué es la vida? la vida es domingo, escribió con trazo firme y convincente…

Life Looks Good



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La versión más personal de todos nosotros, los que hacemos Loff.it. Hallazgos que nos gustan, nos inquietan, nos llenan, nos tocan y que queremos comentar contigo. Te los contamos de una forma distinta, próxima, como si estuviéramos sentados a una mesa tomando un café contigo.

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