Dracónidas.
Y el día menos pensado y más inconveniente … llegó el invierno.
Y el día menos pensado y más inconveniente … llegó el invierno, dejando al año sin su otoño, negándonos ese discurrir suave del bikini y la sandalia a la bufanda y los guantes … habiéndonos regalado a cambio un largo y cálido verano …
Por eso aquella tarde, camino de una excepcional cena temprana, estrenaban ellas y ellos los nuevos estilos de temporada … Desde sus zapatos de crucero y jugando con un pañuelo, Alicia advertía a las chicas de los peligros de las nuevas tendencias … la última: el retorno del retrosexual … cosa a la que Ana se negó de plano, no estaba dispuesta a aceptar más regreso que el del glamour de los 50’s – o lo vintage del encuentro Hermès-Vans – añadió Fátima … – ¡vamos! – interrumpió Jorge la conversación fingiéndose ofendido – hoy no estáis en peligro de compañías retro … huele demasiado a college – … – ¡estaría bueno! – sentenció Lili zanjando la discusión con no menos fingido desdén y provocando un torrente de risas – yo en mi columna con retros … no juego … –
Ella se sentía cómoda y feliz entre las risas generalizadas … también él … y para entonces estaban ambos eternamente agradecidos a Alicia y Ricardo por haberlos invitado a unirse a un grupo tan excepcional aquella noche …
La cena, a base de unos deliciosos bocados picantes y exóticos y perfectamente supervisada por Jorge, deleitó a todos … y dejó espacio para la charla distendida … los ojos de Armani en el rostro de Marta, el cuello de Rocío a manos de Patricia … la loca idea de Pedro de celebrar el siguiente encuentro en un tubular rincón de México … recordaron también a quienes no habían logrado vencer a sus quehaceres para estar allí aquella noche … Marco y su inconfesable y confesada pasión por la tele … y Rebeca … una historia, love story, de la que esperaban detalles …
Ya iban camino de los postres cuando Iñaki y Jaime se retiraron discretamente … el uno para hacerse con los mandos de The Music y el otro para, al grito de – ¡soy la noche! – sorprenderlos y encantarlos a todos convirtiendo el techo del salón en un cielo de ensueño …
Ella se recostó ligeramente sobre el hombro de él … con el sentir distendido por el vino, la compañía, aquella lluvia de estrellas … susurró un te quiero y sonrió al sentir sus labios en su oído … – cerca, siempre cerca – …
Llegó Pau … al café, no había podido evitar aquella noche dejarse arrastrar por un sensual circus de emociones y se unió al grupo para contarlo e incluso cantarlo … confirmó también que finalmente Trykita no había podido escaparse de su agenda … la había llamado Dior …
Y se hizo la luz … para degustar, con la reverencia merecida, un Chivas único deliciosamente vestido … para brindar por un lema compartido Life Looks Good …
Ella brindó feliz, regalándose esa noche el olvido de la continua despedida en que se había convertido su vida con él … Él en cambio sonreía como aquel que sabe y no dice, como sólo quien se deleita en el amor sentido puede sonreir …
Y si has llegado hasta el final de este relato es porque a él te han arrastrado la excepcionalidad y el encanto de ellas y ellos … y sí, puedes ir más allá … al pie, sin ir más lejos, están todos … con sus reviews y sus columnas, con sus geniales propuestas para toda la gente excepcional que, como tú, siente que Life Looks Good.