Los viajes y sus síndromes: Síndrome de Stendhal

También conocido como síndrome de Florencia o estrés del viajero.

Florencia es una ciudad maravillosa, he de reconocer que es una de mis ciudades favoritas, pero es una ciudad que también posee “su síndrome”: El síndrome de Stendhal (también conocido como “Síndrome de Florencia” o «estrés del viajero»).

En 1817, Henry-Marie Beyle (cuyo seudónimo era Stendhal) escribió sobre este síndrome tras su visita a la Basílica de Santa Cruz. De una forma muy poética describió una serie de síntomas: taquicardia, sudores fríos, vértigo, entre otros. Según él provocados por la intensa emoción al ver tanta belleza y la emoción provocada conllevó esta sintomatología. Posteriormente a su descripción se catalogó esta patología como Síndrome de Stendhal.

Dicha patología es una enfermedad psicosomática, en la que además de los síntomas anteriormente descritos también se puede experimentar temblores, palpitaciones e incluso alucinaciones. Este síndrome es el resultado de la exposición a una “acumulación de belleza y magnificación del goce artístico”, no obstante hay cierta controversia ante la veracidad del síndrome y algunos profesionales creen que hay una exageración de la sintomatología.

En cualquier caso si es cierto que en alguna ocasión cuando vemos una obra de arte, algo que nos parezca de extrema belleza, puede llevarnos a experimentar una fuerte emoción que nos ponga la piel de gallina, o nos sobrecoja, o incluso se nos escape alguna lágrima, por ello si estamos expuestos a gran cantidad de estímulos que nos produzcan estas fuertes sensaciones es factible pensar que en algún momento nos encontremos sobrepasados por tanta emoción y pueda dar lugar a la sintomatología descrita y por tanto sufrir este síndrome en mayor o menor medida.

Aún así es un síndrome que es bastante inusual y afecta sobre todo a viajeros que poseen una especial sensibilidad y que van a un determinado lugar porque desean fervientemente ver unas determinadas obras de arte, o determinados autores o un lugar concreto que idealizan y anhelan conocer, al encontrarse ante ello experimentan una gran emoción y un cúmulo de sensaciones y sentimientos que pueden conllevar a sufrir el síndrome de Stendhal.



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