Momo.
Momo es una niña con un don muy especial: sólo con escuchar consigue que los que están tristes se sientan mejor.
Hay libros que merece la pena leer dos y tres veces, porque en cada re-lectura descubres nuevos matices y ves cosas que no habías visto en las anteriores. ¡Ojo! Si se os pasa por la cabeza hacer esto, no lo hagáis sin ton ni son, que bastante poco tiempo sacamos para leer, como para, encima, repetir lecturas. ¿O sí?
Existe un libro en nuestro firmamento bibliófilo que debe leerse, al menos tres o cuatro veces en la vida, pero de forma espaciada. Digamos que cada 20 años, más o menos. Existe una novela cuyo mensaje encierra una actitud tan difícil que conviene echar mano de él de vez en cuando, sobre todo para no perder la esperanza de ser útil al resto por el simple hecho de saber escuchar. Saber escuchar es la gran virtud que tiene Momo, la protagonista de la novela de Michael Ende. Lo que ocurre es que es una niña… Habría que preguntar a Ende qué tal va Momo ahora y si ha conseguido mantener viva la virtud que tuvo de pequeña, porque en estos tiempos que corren ya no hay tiempo de escucharnos ni siquiera a nosotros mismos, como para estar pensando en escuchar a los demás… Mal vais si pensáis así.
Más tiempo es lo que ansían la mayoría de los mortales, casi, casi, como lo ansían los hombres grises – los malos de la novela de Michael Ende – unos seres que poseen un banco de tiempo y están obligando a los demás a no perder el tiempo, a trabajar deprisa, hablar deprisa, dormir deprisa. Incluso no dormir, para perder menos tiempo. Así consiguen que al resto de los humanos les vaya sobrando tiempo, un tiempo que ellos confiscan y se lo quedan para su uso personal, de tal forma que les obligan a vivir el día a día con un ritmo frenético, pensando que están invirtiendo en su futuro, sin darse cuenta de que lo único que están haciendo es invertir a favor de los malvados hombres grises, dejándose media vida en favor de ellos.
¡Uf! ¿Os suena esto? A mi se me ocurren un montón de interpretaciones utilizando esta historia como metáfora. Menos mal que aún nos queda Momo, a la que los hombres grises no han logrado doblegar, convirtiéndola así en su mayor enemiga. Escuchar es negativo, porque es necesario emplear mucho tiempo en ello. Y si no, que se lo digan a los amigos de Momo, Gigi Cicerone – el cuentacuentos – y Beppo – el barrendero. Éstos, buscando salvar a Momo de los hombres grises, se ven envueltos en un círculo de problemas del que difícilmente van a salir. Sólo con la ayuda del Maestro Segundo Minuto Hora y su tortuga Casiopea podrá verse algo de luz al final del túnel.
A mi cada vez me suena más esta historia. No se, pero me da la sensación de que Michael Ende era un visionario social. Cuando publicó la novela en 1973, ya se vivía a un ritmo excesivamente acelerado, pero hoy en día, más que acelerado es frenético. Si, definitivamente, todos deberíamos leer Momo en diferentes momentos de nuestra vida. Seguro que a más de uno nos da qué pensar e, incluso, apostaría a que a alguno puede que hasta le cambie un poco la vida. Haced la prueba.
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Título: Momo
Autor: Michael Ende
Páginas: 288
Publicación: 21/03/2007
Género: Novela
Edad: A partir de 12 años
Precio: 16,50 €
ISBN: 9788420471525
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