Los pilares de la tierra.

El gran maestro de la narrativa Ken Follett nos transporta a la Edad Media.

Os pido que me acompañéis en esta odisea, porque de repente me he encontrado en el año 1.123, formando parte del gentío que se agolpaba ante un patíbulo – por llamarlo de alguna manera – en el que iban a ahorcar a un hombre. El condenado cantaba en francés mientras miraba fijamente a una joven de unos 15 años…¡Un susto de muerte me he dado! cuando la joven, instantes después de la ejecución, ha maldecido a algunas de las personas que se encontraban, mientras cortaba la cabeza de un gallo, salpicando con su sangre a los sujetos objeto de su maldición. ¡He pasado miedo de verdad!

A pesar de todo he querido seguir atento a lo que pasaba y me he trasladado, como por arte de magia, al año 1.135 y me encuentro con una familia feliz en la que el hombre está construyendo una casa y parece ser un excepcional constructor. ¡Incluso van a tener otro bebé…! Todo roza la perfección hasta que aparece el poderoso y malvado William Percy, hijo de Lord Percy y futuro propietario de la casa en construcción.

A partir de aquí todo vuelve a la misma sensación, la misma sombra que doce años atrás, en ese momento en el que la joven lanza su tenebrosa maldición contra un monje y dos alguaciles, salpicándoles con la sangre de un gallo recién decapitado. Por cierto, el “feliz” constructor se llama Tom Builder y toda su obsesión es construir una catedral…

¿Hay alguien ya a quien le suene esta historia? Creo que sí.

A partir de aquí, con el eje central de la construcción de la catedral de Kingsbridge, se generan una serie de acontecimientos, realmente tensos, por los enfrentamientos que genera la dichosa edificación, entre la nobleza y la burguesía, entre el arzobispado y el priorato. Clases sociales enfrentadas; facciones de la iglesia enfrentadas; un hombre inicialmente feliz que arriesga su vida y la de su familia por construir la controvertida catedral y una maldición que todos esperamos a ver si se resuelve o no. En definitiva, una historia, como para no levantar la vista del libro hasta terminar sus más de mil páginas.

Como suele ocurrirme, he vuelto a tener la sensación de estar allí. Los que me conocéis ya habréis visto que me pasa cuando un libro me engancha de tal forma que llego a creerme que lo estoy viviendo de verdad. Seguro que ni el mismísimo Ken Follett fue capaz de imaginar la repercusión que iba a tener su obra maestra. Y lo suyo le costó, porque en el libro, además, casi se puede aprender toda la técnica necesaria para dirigir la construcción de nada menos que una catedral, lo que le supuso a Follett días, meses, años de documentación sobre construcción y más aún, con los limitados medios de que disponían en la Edad Media.

Si a todo esto le añadimos intrigas, muertes, asesinatos, venganzas, personajes malvados, injusticias y unas cuantas grandes sorpresas – algunas de ellas agradables, sí – enmarcadas en toda una época fundamental de nuestra historia, el más puro entretenimiento con la lectura está servido.

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Título: Los pilares de la tierra
Autor: Ken Follett
Nº de páginas: 1040
Editorial: Plaza & Janes
Lengua: Español
ISBN: 2900000755682
Año edición: 2000
Plaza de edición: Barcelona

Plaza & Janes



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