Terry O’Neill, el fotógrafo de los 35 mm.
Según O’Neill, las reglas fundamentales de un gran fotógrafo son tres: ser invisible, tener paciencia y saber combinar discreción y relaciones públicas.
El coleccionista de estrellas, el cazador de leyendas, el fotógrafo de los mitos del cine y el rock… Hablamos de Terry O’Neill, el chico que soñaba con una batería y una banda de jazz.
En esas andaba O’Neill cuando, allá por el año 59, se enroló en las filas de la British Airways con la intención de volar hacia el paraíso norteamericano del jazz. Pero como el azar es tan caprichoso como tozudo, en lugar de colocarlo en la cabina de un avión prefirió hacerle rodar cámara en mano por el aeropuerto de Heathrow. Y como el arte es casi tan caprichoso como el azar y aquello de los dichos populares resulta que va a ser verdad, el joven fotógrafo tuvo el acierto de retratar a un «señor» que dormitaba sobre una mesa de la terminal. La foto adecuada en momento preciso, pues el «señor» en cuestión era el entonces Secretario de Asuntos Exteriores británico, Sir Richard Austen Butler.
En ese preciso instante su destino cambió definitivamente, canjeando las baquetas por una pequeña cámara de 35 mm. Y no le fue mal el cambalache. Al contrario. Aunque desconocemos cómo hubiera sido su futuro como percusionista de jazz, sabemos a ciencia cierta que como fotógrafo ha alcanzado casi todas las cimas. Desde los últimos grandes mitos de la primera mitad del s. XX, como Churchill o la Dietrich, hasta los primeros acordes de unos Beatles paseando por los míticos estudios Abbey Road hechos unos pipiolos, los sesenta –la década en la que debió comenzar el mundo, dice el fotógrafo-, el rock y el Swinging London supusieron para O’Neill el camino fulminante hacia el éxito.
¿Después? Después llegó el cine, Hollywood, Michael Caine, Richard, Burton, Robert Redford, Paul Newman, Faye Dunaway, Brigitte Bardot, Ava Gardner…, y más música: Frank Sinatra, David Bowie, Elton John…, de nuevo la política y Margaret Theacher, Mandela…, y también el deporte con Pelé o Cassius Clay. Por su objetivo han desfilado los rostros más célebres de la segunda mitas del siglo XX, pues casi al final también le hizo un guiño a la moda y a las supermodelos de los noventa.
Desde el pasado 11 de octubre, La Fundación Telefónica acoge en Madrid la exposición Terry O’Neill. El rostro de las leyendas, una retrospectiva con las mejores y más conocidas imágenes del célebre fotógrafo londinense a lo largo de sus 50 años de carrera.
La muestra, que comienza con una de las últimas fotografías públicas realizadas Winston Churchill y acaba con las imágenes de Mandela el día de su 90 cumpleaños en 2008, se divide en seis secciones temáticas –supermodelos, política, realeza y deporte, años 60, años 70; Hollywood y los 80 y Estrellas del Pop y del Rock– recorriendo de esta forma toda la trayectoria profesional del fotógrafo londinense a través de más de 60 fotografías en blanco y negro y color. Algunas tan célebres como las de los inicios de Beatles y los Rolling Stones, los rodajes de James Bond o las series sobre Frank Sinatra.
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Terry O’Neill. El rostro de las leyendas
Fechas: del 11 de octubre de 2013 al 12 de enero de 2014
Espacio Fundación Telefónica.
C/Fuencarral, 3. Madrid
Más información Fundación Telefónica