Marcel Dzama dibuja su revolución en La Casa Encendida.

Cuenta Marcel Dzama que crea cuando duerme. Que cuando despierta, casi en duermevela, los describe en una libreta para no olvidarse. O los dibuja, que para el caso, es lo mismo. Lo hace de forma automática, sin reparar en ello. A partir de todo ese material onírico y una amalgama de fábulas, folclore y cuentos infantiles, el artista canadiense ha construido un lenguaje visual inmediatamente reconocible.

Desde sus inicios, en tinta y acuarela, Dzama define un imaginario poblado por oscuras criaturas con aires cabareteros que parecen haber escapado de un lienzo del Bosco. Pero no es el pintor flamenco el único referente en su obra, marcada por una amplia gama de influencias artísticas, principalmente el dadaísmo y Marcel Duchamp. También Goya y Dalí, los comics del capitán América o los textos de Rulfo y García Lorca han determinado un aquelarre de vida y muerte, violencia y calma, perversión e inocencia. Todo ello bajo el signo de la burla y la ironía, la distorsión y la risa.

Y es que no sólo hay fantasía y ensoñaciones en ese universo “dzamadiano”, suspendido entre presente y pasado. De él se desprende un profundo sentimiento de nostalgia y sordidez materializado en escenarios en los que deambulan soldados y terroristas junto a bailarines de ballet, cantantes de ópera, doncellas, demonios y criaturas extraordinarias.

Marcel Dzama (Winnipeg, Canadá, 1974), es conocido en el mundo del arte actual por sus dibujos en tinta y acuarela, sus delirios oníricos y una paleta cromática sencilla y apagada en la que predominan los tonos ocres, marrones, verdes, grisáceos, azules y rojizos. Aunque en sus trabajos más recientes traslada su mirada a las tres dimensiones, explorando la escultura, los dioramas, las maquetas, la escenografía y el cine.

La Casa Encendida presenta Dibujando una revolución. Una exposición que exhibe, por primera vez en España, los últimos trabajos de Marcel Dzama centrados en la temática de la revolución; y propone una inmersión en todo su universo a través de tres salas diferenciadas según las distintas técnicas utilizadas.

Desde su particular mundo de fábulas, el canadiense cuestiona la sociedad y la política actuales. Como relata Estrella de Diego en el catálogo que acompaña la muestra, la obra de Dzama, como el carnaval, representa “el último resquicio para mantenerse fuera del orden y sus restricciones; una ranura para la subversión”.

Además del repertorio de pintura y escultura, en ella se podrán ver algunos de los bocetos de los diseños de vestuario que Marcel Dzama realizó en 2016 junto al coreógrafo Justin Peck para el Ballet de Nueva York, así como los dibujos preparatorios del vídeo Une danse des bouffons, al final del recorrido.

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Dibujando una revolución, de Marcel Dzama. Fechas: del 28 de septiembre al 7 de enero de 2018. Salas A, B y C de La Casa Encendida.