David Jiménez: la realidad fragmentada.
El Museo Universidad de Navarra presenta 'Universos', de David Jiménez. Un espacio poético que desdibuja la frontera entre lo real y nuestras imágenes interiores.
Tras el cierre temporal a causa de la pandemia, el Museo Universidad de Navarra reabre sus puertas con la muestra fotográfica que dejó pendiente el pasado mes de marzo, dedicada al artista David Jiménez. Universos es una exposición que reúne por primera vez el trabajo realizado por el fotógrafo sevillano a lo largo de 25 años. Presentada inicialmente en la Sala Canal Isabel II (Madrid) fue uno de los platos fuertes de la última edición de PhotoEspaña, durante el verano 2019.
David Jiménez (Alcalá de Guadaira, Sevilla, 1970) se licenció en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, en 1993. Ya antes, desde el 90, investigaba sobre la imagen mediante proyectos personales que terminó convirtiendo en metáforas visuales. En efecto, el lenguaje artístico de Jiménez es tan poético que supera los límites de la representación tangible, transmitiendo nuevos significados que él no pretende explicar. Al contrario. Prefiere establecer con el espectador un lazo de complicidad potente que le lleve a interpretar su propia percepción.
La intención del sevillano es crear obras vivas, de manera que el espectador viva una experiencia personal en relación con la imagen que contempla. “Yo sólo dejo pistas, afirma, el visitante es quien completa la estructura”. Para ello recurre al desenfoque, a la superposición de imágenes, a veces inconexas, que permiten crear diferentes emociones. Sus instantáneas son casi siempre ambiguas, enigmáticas, cuya sombra configura una realidad construida a base de fragmentos.
La experimentación del artista acerca de los procesos y las estructuras parte de la fotografía y las relaciones que se establecen entre las imágenes y que expresan sus inquietudes: los misterios de lo intangible, las resonancias entre fenómenos sensoriales o la búsqueda de sus propios límites.
“La exposición se plantea como una instalación en la que el espacio cuenta mucho, pues se trata de establecer una relación con el espectador que tiene que ver con la configuración de la obra en ese espacio y trascender la barrera de lo fotográfico”, explica el artista. En ella se incluye una selección de obras resultado de diferentes viajes. En todas es evidente “la idea de la alquimia o la transformación en la que las imágenes dialogan, no solo formalmente, sino dando la impresión de que unas cosas se están transformando en otras”.
Aura y Roma —los dos proyectos principales de la muestra— son un claro ejemplo de ese universo fragmentado creado por Jiménez. Roma es una metáfora de la figura humana y la transformación de sus representaciones a lo largo del tiempo. Está directamente relacionada con “la disolución que provoca el tiempo y cómo este crea su propio dibujo, transformando los materiales”.
Las imágenes de Aura se tomaron en India entre 2006 y 2018. No se trata de un trabajo documental acerca del escenario tan paradójico y misterioso del país. El fotógrafo captura las imágenes con una “vocación esencialista, desprovistas de referencias que puedan remitir a una época”. La propuesta combina instantáneas alusivas a las diferentes conexiones personales del artista.
Versus (2014) es el proyecto más radical y minimalista de los tres. Desarrollado íntegramente en blanco y negro, crea una dualidad inquietante formada por imágenes contradictorias que, sin embargo, permanecen eternamente relacionadas. Universos en su conjunto invita al espectador “a un tiempo pausado y a mirar las cosas con un poco más de calma, no a la velocidad a la que vamos normalmente”, concluye David Jiménez.
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Universos. David Jiménez. Piezas: 65 obras fotográficas, 3 proyecciones y 2 instalaciones. Museo Universidad de Navarra. Hasta el 20 de septiembre.
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