Cinco piezas de Franz Schubert.
El catálogo de Franz Schubert tiene una magnitud y una calidad sin igual para un compositor que falleció a los treinta y un años.
Sin ningún género de dudas, el maestro de Viena ocupa el primer lugar en importancia en la historia del Lied alemán, género popular nacido de la conjunción de poesía y música destinado originalmente al ámbito doméstico. Pero además compuso veintiuna sonatas, siete misas y nueve sinfonías. A pesar de una vida llena de altibajos físicos y emocionales, la indiferencia de su amado Goethe -que sin embargo fue el poeta al que más recurrió para componer sus canciones-, la muerte de su madre y la falta del apoyo familiar y social ante su determinación de vivir como artista libre, Schubert tenía claro para qué había nacido: para componer.
Según qué momento Schubert era el genio, el compositor sereno, el soñador solitario, el marginado social. A través de su música puede rastrearse la que fue una personalidad llena de altibajos y contradicciones, de poderosa vida interior, permeable a las influencias externas. Frágil y fuerte a la vez. Polaridades aparentemente opuestas donde encuentra el equilibrio, el suyo. Al fin y al cabo, la vida se construye al ritmo de los duelos y quebrantos de cada uno. Fue en la poesía romántica donde este gran pintor de melodías encontró el medio donde indagar en esa vida interior y fue en sus lieder donde mejor se expresaba. Sin olvidar todo lo demás. Que no es poco.
Os traemos una pequeña selección de lo que hemos publicado de Schubert. La Sonata para arpeggione, es una rara avis, una sonata compuesta para un instrumento -también conocido como Guitarra de Amor- que no sabíamos cómo sonaba hasta hace poco tiempo. El rey de los elfos, quien según la mitología nórdica anunciaba la muerte a quien se le aparecía, es un lied compuesto por Schubert cuando contaba con tan sólo dieciocho años. Está inspirado en una vieja leyenda escandinava convertida en poema por Goethe. El poema lo cogió Schubert para reflejar magistralmente cada uno de los personajes dándole a cada uno de ellos unas características musicales propias.
La muerte y la doncella es el cuarteto más popular e interpretado de los quince cuartetos de cuerda de Schubert. La obra debe su nombre al segundo de sus cuatro movimientos, un tema con variaciones en torno a un poema del periodista y poeta alemán Matthias Claudius. Su argumento es sencillo: los sentimientos y reacciones de una joven moribunda. Mientras la componía, Schubert pasaba un periodo muy complicado de su vida, débil y enfermo de sífilis.
Finalmente, dos obras compuestas por Schubert cuando le quedaba poco tiempo de vida. El movimiento del trio Opus 100 que seleccionamos es una maravillosa balada romántica y, como tal, trágica y sombría. Puede considerarse uno de los mejores tríos del repertorio tradicional y obra monumental entre las piezas románticas para piano. Y la Serenata D. 957, una de sus obras más populares. Puede ser que mientras las componía Schubert presintiese que el final de su vida se encontraba cerca. Sin embargo, no hay rastro de aflicción ni tormento, sino un hondo y sincero sentimiento deseoso de encontrar la paz eterna.
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Serenata. Franz Schubert.
Todavía no ha habido un solo arreglo a esta Serenata que mejore la original Serenata de Schubert. Fermín Guisado La Ständchen –Serenata- D. 957 la compuso Franz Schubert durante su último año de vida. Es una de sus obras más populares y se encuentra muy difundida en diversas versiones orquestales... más información → -
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El rey de los elfos. Franz Schubert.
Der Erlkönig -el rey de los elfos- es uno de los poemas más célebres de Goethe, al cual puso música Schubert en uno de sus lieder. Fermín Guisado Sin lugar a dudas, Franz Schubert ocupa el primer lugar en importancia en la historia del Lied alemán, género popular nacido de la conjunción de poesía y música destinado originalmente al ámbito doméstico. Con más de 600 lieder compuestos desde su infancia a su madurez, fue en la poesía romántica de Goethe, Schiller, Heine, von Schlegel o Mayrhofer, entre muchos otros, donde Schubert encontró el medio que le ayudaba a comprender sus sentimientos, a expresar sus alegrías y temores, a comprender el mundo en el que vivía mejor que cualquier otro lenguaje musical. Con los lieder, Schubert dio lo mejor de si mismo, alcanzando cotas de belleza que constituyen cimas indiscutibles de la historia de la música... más información → -
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La muerte y la doncella, 1er movimiento. Franz Schubert.
Debilitado y enfermo de sífilis, el compositor reflejó su experiencia en el título y el tratamiento de la obra. Fermín Guisado A partir del siglo XIII y especialmente a raíz las grandes epidemias de Peste Negra del XIV, la muerte se convirtió en un tema iconográfico recurrente en todas las manifestaciones artísticas. Adaptado a múltiples contextos, tanto la muerte como lo macabro llegaron a convertir en manifestaciones de moda, éxito que se ha perpetuado hasta hoy día. El gusto por lo macabro recrea a la muerte como un fenómeno universal y nivelador, que puede sobrevenir de forma brusca e inesperada a personas de cualquier edad y condición cortando con su guadaña todos los privilegios de jerarquía y de fortuna... más información → -
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Trio op. 100. Franz Schubert.
El trio para violín, violonchello y piano en mi bemol mayor Opus 100 D 929, compuesto por Franz Schubert un año antes de morir. Fermín Guisado El trio para violín, violonchello y piano en mi bemol mayor Opus 100 D 929, compuesto por Franz Schubert (1797-1828) un año antes de morir, puede considerarse uno de los mejores tríos del repertorio tradicional y obra monumental entre las piezas románticas para piano. El movimiento que hemos seleccionado, Andante con moto, es un movimiento lento, pesado, con un compás de apertura de reminiscencias fúnebres y un desarrollo en el que los tres instrumentos se van doblando, retirando y acompañando secuencialmente e in crescendo para formalizar una maravillosa balada romántica y, como tal, trágica y sombría. ... más información → -
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Sonata para arpeggione, I Allegro moderato. Franz Schubert.
Fue compuesta para un instrumento que no sabíamos como sonaba hasta hace poco tiempo. Fermín Guisado El arpeggione es un instrumento de cuerda construido en el año 1823 por el lutier austriaco Johann Georg Stauffer, el más famoso violero vienés de su tiempo, que lo llamó así porque en teoría estaba dotado de forma especial para producir arpegios. A este instrumento, derivado de la viola da gamba, se le considera hermano del violoncello por su apariencia y la posición en que se toca y de la guitarra por los trastes, sus seis cuerdas y por su forma de afinación. La existencia del arpeggione fue efímera, pocos compositores e intérpretes se interesaron por él, no quedando ningún ejemplar en activo más allá de alguna pieza de museo... más información →