Valentí, dos siglos haciendo hogar.

1798 fue el año en el que abría un taller de orfebrería que acabaría por convertirse en algo mucho más grande que su sola idea; hace de aquel principio más de 200 años en los que esa transformación se ha ido haciendo cierta.

Los Valentí, fundadores aquel taller de orfebrería catalán, viajaban regularmente a Londres para elegir el mobiliario con el que decorar y redecorar su taller y hacer lucir sus piezas en todo su esplendor; luego surgió la idea de vender aquel mobiliario, de diseñar el propio y convertirse en una firma que hace hogar. Así hasta hoy.

Y hoy Valentí continua haciendo hogar, un hogar elegante, acogedor, sobrio y bello con la raíz de sus ideas en la tradición -en los muebles clásicos de madera maciza- bajo la pátina de las líneas del diseño más actuales ¿el resultado? una deliciosa colección de piezas que resultan absolutamente contemporáneas.

Desde las piezas centrales del hogar como son el sofá -dos o tres plazas, sillones, chaise-longue…-, la mesa de comedor -con la creatividad en las patas- o la misma cama, hasta los complementos más ineludibles como la mesa de centro -siempre a juego-, el aparador, la mesita de noche o lámparas colgantes, de pie o pared; todas ellas diseñadas con el mimo y el cuidado de una firma que sabe hacer hogar.

Muestra indiscutible de ese saber es el despliegue internacional que la firma viene protagonizando en los últimos 50 años, el mundo se ha rendido ya a Valentí porque la elegancia y la belleza en los asuntos del diseño son siempre una gran idea y la mejor de las respuestas.