Remolino de luz.

Hay lámparas que atraen tu atención como si su luz tuviese algún poder hipnótico, no puedes alejar tus ojos de ellas ni aun cuando amenazan con deslumbrarte en su luminosidad; una lámpara así es Swirl, la nueva creación de Le Klint.

Y es que en Le Klint saben de diseño y manufactura de luminarias tanto como puede aprenderse en más de 100 años, el siglo largo que ha transcurrido desde que el primer Klint firmara la primera lámpara de la familia. Claro que no sólo es una cuestión de familia sino también de colaboraciones de primer orden que llevan a Le Klint a ser una firma de referencia en aquello de dar luz al interior.

Swirl es hija de una de estas colaboraciones, pues la manufactura es asunto de la casa danesa -con tienda en Copenague- y el diseño idea de Oivind Slaato, un diseñador industrial que rinde su creatividad a los principios matemáticos, en cuanto a lo que a formas y volúmenes se refiere, para dar lugar a la luz.

Swirl es una espiral que se hace lámpara colgante en diferentes formas y tamaños, lo que la convierte en un diseño versátil capaz de iluminar -al tiempo que decorar- tanto grandes como pequeños espacios.

Y es, además, una nueva muestra del buen gusto y mejores ideas del diseño nórdico.