Marcel Wanders y una residencia privada en Taipei.

Un hogar en el que convivien la tradición asiática y el vanguardismo europeo.

La belleza de las cosas, cuando no es natural sino creada, nace de las ideas de las mentes despiertas, de aquellas que son capaces de ver las formas y volúmenes antes de que éstos existan, de la creatividad y las manos de gente como Marcel Wanders, uno de los diseñadores más sobresalientes del panorama internacional.

Marcel Wanders tiene algo de holandés errante, no  tanto por lo que cuenta la leyenda del condenado capitán de navío con el que comparte nacionalidad, sino por ser cosmopolita, por su capacidad de encontrar y crear belleza en uno y mil ambientes y porque va mucho más allá de su Holanda natal; no hay límites para la creatividad de Wanders, nos sorprende y enamora por igual desde su propia firma -Moooi- como desde sus colaboraciones con otros sellos como Bisaza, Alessi, Swarovski… y del mismo modo nos seduce desde sus proyectos de interiorismo, ya sean de restaurantes u hoteles o de residencias privadas como la de Taipei que hoy os mostramos.

Esta residencia privada en Taipei es buena muestra de la universalidad de Wanders, quien combina en este lujoso hogar líneas vanguardistas con formas de inspiración barroca muy propias de su creatividad y con una clara evocación sofisticada y oriental. Cada espacio está diseñado y decorado individualmente lo que crea en su conjunto tanto una sensación de collage armónico como una sugerente multiplicidad de ambientes.

En este proyecto de interiorismo, Wanders ha contado con firmas cuya calidad y creatividad conoce bien, Bisazza es una de ellas, tanto para las paredes como para los baños; es precisamente en la colección de baños de Bisazza donde encontramos una de las colaboraciones más celebradas de Wanders con la lujosa firma italiana.

No ha sido Wanders parco en colores a la hora de ambientar esta residencia en Taipei: descubrimos la sofisticación y sensualidad oriental del rojo, el lujo del oro, lo regio del azul y la naturalidad más vanguardista del blanco; la porcelana -cuyo origen es asiático, llegó a Europa precisamente en los barcos holandeses que hacían la ruta de las especias- es protagonista en los detalles decorativos, detalles que seducen como la grandiosidad del sofá, la modernidad del sillón o la originalidad de la mesa a dos colores del comedor.

Dejémonos llevar por la cretividad de Wanders en Taipei, además de disfrutarlo, cabe que nos sirva de inspiración.



Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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