Maderas nobles y regio azul.

Ralph Lauren no tuvo que viajar a Nueva York en busca de su sueño americano porque él nació en la gran manzana y en ella dio forma a sus ideas hasta levantar un imperio de moda, estilo, belleza y lujo que va del fondo de armario a la decoración del hogar.

La firma americana se adentra este año en las raíces europeas de Nueva York y viaja a través de los diseños clásicos del viejo continente; clásicos y de exquisita calidad en la madera, la porcelana y los tejidos, rindiéndose además al azul, el color de la sangre de los reyes y reinas bajo cuyos mandatos fue descubierto el nuevo continente.

Entre sus propuestas para la temporada fría por la que ahora transitamos, encontramos sillones en los que no nos resulta difícil imaginarnos a un sir sentado en batín y zapatillas leyendo atentamente The Guardian o The Times; porcelanas blancas de líneas redondeadas o pintadas en azul; madera maciza y noble, en acabado rústico, blancos envejecidos o barnices oscuros, llegando casi a alcanzar el azabache del wengué.

Se trata de diseños neoclásicos de casa solariega inglesa o incluso palacio real; sillas tipo Luis XIII, sofás Chesterfield, tresillos de cuero y tachuelas de líneas cuadradas e inspiración en los 40 europeos, un banco de estilo victoriano en piel marrón, librerías tipo vitrina también de inspiración victoriana o cómodas del estilo de las que se trabajaban en el norte de Italia en el SXVIII.

Si te acomodas en la tradición clásica europea para la decoración del hogar, no puedes perderte las propuestas de Ralph Lauren Home, curiosamente, llegadas de América.