El tocador.

Hoy es un mueble de capricho, de decoración útil, de juguete, de museo... y de diseño innovador y actual, para muestra, Chandlo.

El tocador existe desde que el ser humano es… humano, presumido y coqueto; pero no fue hasta el siglo XVIII que vivió su época dorada y de esplendor convirtiéndose en símbolo de ostentación y poder. Era aquella la época de las grandes pelucas, los rostros polvorosos, los perfumes, las joyas… tanto en ellas, como en ellos. Y dado además que por entonces la higiene se consideraba un tanto prescindible, tomaba el tocador protagonismo por su propia utilidad, su guardar todas las herramientas, útiles y utensilios para dar forma a la belleza, incluso inventarla, y siempre decorarla.

Pasaron los años y los siglos y el tocador se universalizó no siendo ya sólo útil de reyes, reinas y duquesas… hasta que cambió la vida, el mundo y los espacios; gana protagonismo la higiene personal más allá de maquillajes y pelucas y con ella, y los avances tecnológicos hijos de la revolución industrial, los espacios en el hogar cambian y se transforman; el dormitorio se hace más y más pequeño, más justo, y el baño más grande y más útil con lo que el tocador va perdiendo su utilidad a la par que su espacio.

Hoy es un mueble de capricho, de decoración útil, de juguete, de museo… y de diseño innovador y actual, para muestra, Chandlo, el tocador creado alrededor del concepto la casa perfecta, por Nipa Doshi y Jonathan Levien, Doshi Levien, para BD Barcelona Das Haus 2012.

Chandlo es un mueble diseñado pensando en su utilidad y belleza: la colocación en apariencia desgarbada de los objetos que lo forman está al servicio de la comodidad de quien va a utilizarlo, manteniendo una composición basada en los gestos que hacemos cada día, casi de forma automática, para arreglarnos y vestirnos; su composición se rinde además y también a la belleza y se mantiene de tal forma que el tocador puede ser visto y disfrutado desde todas sus perspectivas; y, como cualquier tocador que se precio de serlo, se acompaña de una banqueta, en este caso con asiento de cuero.

Con estructura de fresno macizo teñido de negro y patas de tubo de acero pintadas en verde brillante, debe su nombre al espejo circular que es además el centro de la composición: Chandlo significa en forma de luna y hace también referencia al bindi, punto de color que lucen las mujeres indias en la frente; esta inspiración india, la sencillez en su composición y la paleta de colores que muestra, provocan una cierta mezcla cultural y temporal muy del gusto Doshi Levien.

El tocador Chandlo ha sido presentado por BD Barcelona Das Haus 2012 en Salón Internacional del Mueble de Milán.

Chandlo – Doshi Levien



Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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