El diseño en el arte.

Cada obra maestra nace de las ideas y se dibuja en su diseño antes de ser y componerse, antes del arte.

El diseño vive y es en el arte y antes de él, porque cada obra maestra, de cualquiera de las artes, nace de las ideas y se dibuja en su diseño antes de ser y componerse, antes del arte. Y así guardamos como tesoros los bosquejos y bocetos de los inventos de Da Vinci, así tratamos los arrepentimientos de Velázquez, con reverencia, como a las erratas nobles de los grandes poetas.

El diseño trasciende hoy al arte, abraza nuevas formas,  y así como elevamos el cine a la categoría de arte, el séptimo, consideramos hoy como tal a las ideas bellas y útiles que toman forma a través de su diseño en las telas, pieles, cueros, plásticos, maderas, aceros… y papeles.

Del culto a la belleza, al arte y al diseño nace una idea en Montblanc y la Fondazione Cologni dei Mestieri d’Arte que toma forma, nos sorprende y enamora desde el papel en que se compone; diecinueve estudiantes de diseño y arte fueron invitados a crear, inventar y diseñar de la mano de los mejores artesanos del papel en Italia y alrededor de una idea: «el hombre en el centro: del diseño al arte del papel».

Papel maché, de seda, trenzado, plegado, forrado, recortado, cartón, origami… han sido las técnicas utilizadas por los jóvenes diseñadores bajo la inspiración de sus ideas y la artesanía de sus maestros para recrear el mundo en un papel, en unos diseños profundamente evocadores:

Dandelion, poesía y armonía representadas en flores que se desmenuzan; envol, un libro del que, a través de la escritura y los dibujos, parecen escapar y elevarse las ideas pintadas en él; melting pot, ideas que fluyen de la tierra al cielo, su base un libro, su techo las nubes, su ser la lluvia, el agua; poet’s blossom, una espiral sin fin en una rosa que simboliza los estadios de la divina comedia y el camino hacia el mejor ‘yo’; star tracks, el desordenado dibujo perfilado por una estrella fugaz, símbolo de como un ente pequeño, o un ser como el hombre, puede dejar atrás grandes obras, grandes logros; souffle poetique, papel suspendido, sostenido eternamente en el aire y por el aire, en la emoción; a gentleman’s world, la elegancia de Montblanc, entre la sencillez y la sofisticación representada en tres sombrillas vueltas; adventure at the top, una inmensidad sostenida en un punto, el punto de apoyo que pedía Arquímedes para mover el mundo; one’s reflection, un ser y un ente lleno de aristas como reflejo de la complejidad de las emociones y pensamientos humanos.

Con este proyecto Montblanc demuestra, además de su apoyo a los nuevos creadores, su convicción en el valor de las ideas y su creación por encima de lo valioso que pueda ser el material sobre el que éstas se componen; Montblanc lleva así al primer plano los valores que subyacen en todas sus creaciones a largo de su historia: el talento, la pasión, visión, creación y artesanía, lo hecho, cuidado y mimado a mano. Y no podían haber elegido mejor momento ni escenario para mostrarlo: la boutique de Montblanc en Milán durante el Salón Internacional del Mueble, momento en el que la ciudad se convierte en centro y referencia del diseño mundial.

Montblanc stories to tell



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