Decora tu hogar como si fuera un castillo con Keen Replicas.

La colección Chateau de Keen Replicas derrocha elegancia francesa y clasicismo.

Quién pudiera tener un castillo, ¿verdad? Uno con altas torres desde las que poder contemplar el paisaje, con decenas de habitaciones, todas decoradas con un gusto exquisito, paredes de piedra y muchos elementos textiles para otorgar calidez a cada espacio. Sin dragón guardando los muros pero sí con un príncipe y una princesa dentro.

La nueva colección de Keen Replicas está pensada para decorar casas que, más que hogares, parecen castillos. Porque a su manera lo son, ya que albergan sueños, guardan secretos y acogen entre sus paredes a reyes y reinas. Y como cada casa es única, nada mejor que decorarla de una manera exclusiva, para que a todos aquellos a quienes invites se les escapen expresiones de admiración.

La colección Chateau Decor de Keen Replicas es ecléctica y combina en la dosis justa el look de épocas pasadas con las tendencias más actuales en decoración. Es decir, la estética de décadas atrás se convierte en el nuevo clásico que diferencia los hogares con clase y buen gusto.

Está formada por piezas acabadas en tonos naturales, imperfectos, con sus peculiaridades y diferencias. Ninguno es igual que el otro y por eso son muebles tan especiales y distinguidos. Esta estética se puede combinar con cualquier estilo opuesto, creando un efecto visualmente agradable. La colección Chateau Decor crea ambientes mágicos y transmite una personalidad muy marcada a cualquier estancia.

Lámparas con pie de metal, mesitas con cierto estilo art decó, armarios con puertas de espejo, tapizados en tonos grises y crema, lámparas recargadas, estanterías minimalistas, sofás chester y butacones perfectos para no querer salir de casa. Una colección para soñar sin necesidad de ver una película, leer un libro o dejar volar la imaginación, tan solo hace falta medir los espacios, encajar los muebles y crear un ambiente único en nuestra propia casa.

Más información Keen Replicas



Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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