Decoración: Cuando el futbolín se convierte en artesanía de lujo.

El fubolín es uno de esos inventos patrios de los que los españoles nos sentimos más orgullosos. Aunque ya existía un juego parecido en Alemania y Reino Unido, el que disfrutamos desde pequeños en nuestro país (conocido como ‘de dos piernas’ para diferenciarlo del otro, donde la bola es impulsada por un único taco cúbico bajo cada figura) lo inventó un gallego: Alejandro Finisterre. Junto al carpintero vasco Francisco Javier Altuna crearon el primero y lo patentó en 1937. Posteriormente, sería la industria juguetera valenciana la que se encargaría de desarrollar todo su potencial.

Sin embargo, ese potencial precisamente es lo que ahora se engrandece. La boutique ‘online’ de decoración PortobelloStreet.es acaba de presentar toda una colección de futbolines artesanos bajo una premisa muy clara: el que diga que no pueden formar parte e integrarse en el mobiliario del día a día, se equivoca. Y es que la reinterpretación que hace de estas piezas les convierte, además de en un pasatiempo tan perfecto como siempre, en una mesa de trabajo, una mesa de comedor o un escritorio.

En concreto son cuatro los modelos sobre los que trabaja la firma, en diferentes medidas y acabados y con la posibilidad de personalizarlos. La idea es conjugar ambos mundo, trabajo y placer, para poder hacer una pausa de cinco minutos y echar una partida en un momento de estrés.

Pero no se trata de futbolines normales. Estamos ante piezas artesanas de gran lujo, como por ejemplo el modelo RS#2, el cual se ha elaborado con acero recubierto de pintura poliéster, acero inoxidable y un material poco utilizado en juguetería: el oro de 24 quilates. Además, es resistente a la intemperie, por lo que se puede colocar tanto dentro como fuera de casa, en el jardín (disponible en 6 colores, con patas de madera o acabado en oro). Mide 151 x 128 x 93 cm. y está a la venta desde 2.250 €.

Tampoco se ciñen a la forma rectangular. El modelo RS Dinning Table, por ejemplo, se transforma en mesa de comedor, e incluso se puede jugar sentado a ella. Un cristal elevado por encima del ‘campo’ lo permite. Se comercializa en dos versiones: una rectangular para cuatro personas (169 x 130 x 100 cm.) y una ovalada para 6 (195 x 130 x 76 cm.), con dos alturas a elegir. Disponible en cuatro colores, su precio es de 3.675 €.

Muebles de lujo o juguetes no aptos para niños, sea como fuera, son la última sensación en integración de hogar y ocio en un mismo espacio.