Sauna danesa con copa de champán.

Seguro que más de una vez ha imaginado qué bueno sería que el spa urbano en el que se encuentra ahora mismo se quedara absolutamente vacío, con todas las instalaciones solo para su disfrute y el de su pareja, o directamente para uno y punto. Relajarse en la piscina sin que nadie haga el más mínimo ruido, sentir el vapor de la sauna sin puertas que se abren… El sueño, ahora, es posible.

Se trata de una de las opciones que ofrece uno de los spas más modernos y dinámicos de la capital danesa, el Arndal Spa. Situado en pleno centro comercial de la ciudad, a la espalda de la Universidad de Copenhague y entre Nørregade y Krystalgade, es un balneario pensado para el que necesita relajarse y no tiene prisa. La opción en concreto de quedarse a solas en él forma parte de un tratamiento muy especial: el maridado por champán.

Es una posibilidad que se ofrece a los más sibaritas: el poder gozar de un circuito termal y unos tratamientos cosméticos con la compañía de una caja de bombones daneses y una botella de Dom Pérignon (o, si se desea, de Moët Chandon). Durante una hora es posible una indulgencia de dioses, que se puede extender dos horas más, una vez cierre el local, si se quiere habilitar la opción ‘solitaria’.

Otras opciones que van más allá de las tradicionales incluyen la posibilidad de celebrar en el spa un brunch. Tras un masaje clásico relajante de 25 minutos y un circuito termal, se acaba visitando el restaurante Sult, una de las referencias de la cocina ecológica danesa, donde nos espera un brunch de varios platos.

Y todo ello junto a una carta de tratamientos clásicos que van desde los relajantes a otros más sofisticados como el de piedras calientes, el que se realiza con toallas también a alta temperatura, sauna de vapor, diferentes piscinas, tratamientos de pedicura y faciales… Todo para que una escapada a Copenhague sea, aún más si cabe, un placer.