Señorío menorquín junto a la Cala d’Alcaufar.
Mi casa es el Mediterráneo, donde los sabores más intensos se viven. Es agua, tierra, cielo y aroma.
Mi casa es el Mediterráneo, es el lugar donde mil civilizaciones se derramaron y donde los sabores más intensos se viven. Es agua, tierra, cielo y aroma. Mi casa es en realidad la isla de Menorca, sus 200 km de costa, y la Cala d’Alcaufar. Es un secreto al sur de Mahón, enmarcado entre casitas blancas y embarcaderos añejos. Aquí se construyó el primer hotel turístico de la isla bajo los dominios de una torre defensiva del siglo XVIII. A poca distancia hacia el interior una finca de 100 hectáreas se extiende a los pies de Alcaufar Vell, un hotel con encanto de Rusticae que data del siglo XIV y que a lo largo de su historia ha recibido ampliaciones y modificaciones hasta convertirse en un templo del estilo neoclásico y señorial menorquín.
Entre estos parajes reserva de la biosfera y un kilómetro de playa virgen se ha escrito la historia del patrimonio familiar de Mª Àngels y Jaume. Por eso cada detalle es un pequeño mundo que han construido juntos: el huerto que abastece la cocina del hotel, la finca agrícola y ganadera,… y por supuesto, cada una de sus habitaciones. Están decoradas en tonos muy suaves, transmiten serenidad, cuentan con hidromasaje y algunas de ellas incluso con jardín individual. En el exterior se encuentra la piscina rodeada de vegetación autóctona y muchos rincones para disfrutar de la lectura o el silencio.
Los atardeceres se viven mejor en el bar El Racó del Poeta, entre pinos, acebuches y la degustación de exquisita sobrasada de elaboración casera. Todas las noches, el Jardín dels Ullastres repite el mismo ritual: el de la cena a la luz de las velas en la terraza. El restaurante Ses Cotxeries d’Alcaufar Vell es uno de los más solicitados de la isla y punto de encuentro para grandes celebraciones. Cocina mediterránea, tradicional y de ingredientes naturales, con postres del recetario de S’Àvia Nina.
Sois siempre bienvenidos a Alcaufar Vell, bienvenidos a mi casa.
En Rusticae.