Perdidos en el arrozal.

No hacen faltan muchas razones para decidirse por Bali como destino para huir de todo aquello que nos quita el sueño y que seguramente no se merece ni un minuto de nuestro tiempo. Pero si el destino no es la isla asiática en sí, sino The Chedi Club, un lujoso resort de GHM Hotels, nos faltará tiempo para dejarlo todo y dedicarnos a contar los días que faltan para disfrutar de la quietud que se respira en este paraje a los pies del monte Agung, el pico más alto de la isla y considerado una montaña sagrada, en cuyas faldas crece turgente el arroz.

De hecho, el huésped despertará rodeado de un paisaje, el de los arrozales, que poco le recordará a la ciudad, aunque también a las clásicas imágenes que tenemos los occidentales de las terrazas de cereal de otros países vecinos a Indonesia. Tomar el desayuno frente a este vergel de selva y falso césped es la mejor atmósfera y costará querer marcharse. Pero no sólo por el exterior del resort, sino también por lo que nos aguarda de puertas para adentro.

Como cinco estrellas de gran lujo que es, The Chedi ofrece todas las comodidades, sin perder de vista el estilo asiático que se espera de estas latitudes. Así, es posible disfrutar de diferentes villas, algunas equipadas con piscina privada e incluso un pequeño spa, y más de 160 m² de superficie en la que las camas ‘king size’ que las presiden se empequeñecen (la más lujosa de éstas, la villa Hadiprana, tiene una piscina de 10 metros de largo, 550 m² de superficie y capacidad para albergar cenas y fiestas privadas para grupos).

Además, como no podía ser menos, el hotel cuenta con un spa completo en el que recibir diferentes tratamientos, además de un restaurante de cocina balinesa, que se mezcla con especialidades de toda Asia. Por supuesto, el arroz es clave en el menú y no serán pocas las cenas que se acompañen con danzas tradicionales. Con recogida en el aeropuerto y traslado al resort, es posible disfrutar de este rincón del paraíso desde 320 €/noche por persona.

The Chedi Club