Una noche en el molino de la abadía.
El Moulin de l'Abbaye, un antiguo molino en Brantôme, es perfecto para una escapada gourmet.
En la Dardoña, la región interior de Aquitania, se encuentra Brantôme, un pequeño pueblo por cuyos canales se le conoce como ‘la Venecia del Périgord’. Es uno de los rincones más bonitos del centro de Francia, con paisajes de ensueño.
Aquí es posible visitar la abadía del mismo nombre, escavada en la roca en el siglo VII y que fue le primer asentamiento de los benedictinos en la región. También el campanario más viejo de la región, del siglo XI o sus jardines únicos, como el de la Tranquilidad o el Alaije, así como el castillo de Hierce.
Todas son atracciones que se pueden disfrutar mucho más si tenemos como base de operaciones uno de los hoteles rurales más interesantes de Aquitania: el Moulin de L’Abbaye, un antiguo molino que destaca por tener sus muros completamente tapizados de hiedra, cuyo verde permite un contraste muy bello con las contraventanas del inmueble, pintadas de un intenso azul eléctrico.
Compuesto por 13 habitaciones (a partir de 150 €/noche) y siete suites (desde 240 €/noche), sus estancias son espaciosas y cómodas, muy luminosas los días de sol. La decoración tiende a ser rústica, con toques vintage y estampados en todas las colchas, cortinas, paredes… Las suites son de dos plantas, permitiendo un toque hogareño en cada rincón.
El complejo cuenta con dos restaurantes. Por un lado, el principal, con un comedor amplio que se completa con una terraza con unas vistas únicas de Brantôme, sobre el río Dronne y enfrente del puente Coudé. Por otro, Le fil de l’Eau, un bistró típico de la región, con una gran chimenea de piedra y en el que no falta la tradicional parrilla. Tampoco se echan de menos las vistas, ya que da directamente a la Abadía. En la carta, una selección de platos locales que hará las delicias del más gourmet.
Localización
Más información Moulin de l'Abbaye