Un hotel rural con Spa, en las nubes.

En ironía modo ON, la web del Hotel&Rural Las Nubes nos describe perfectamente en los siguientes tres párrafos lo que la estancia en su establecimiento de salud y descanso nos ofrece:

«Aire contaminado con oxígeno y el ruido estridente de los pájaros y grillos acompañado la visión diurna de la vega de cabanillas, atrózmente diseccionada por el paso de rio Tajo, todo ello visto desde una atalaya dentro de cualquiera de las cuevas bioclimáticas (incluso desde la cama estas sufriendo la misma visión).

Por la noche la vista no es menos espeluznante, las estrellas y la luna que, desde la mitad de su cuarto creciente a, casi al final del cuarto menguante, te permite dar paseos viendo perfectamente donde pisas y, hay horas, que no se ve ninguna otra luz. Menos mal que con la luna nueva no se ve nada, nada mas que una boveda de estrellas que al mirar hacia arriba sientes como te van envolviendo llegando a sentirte exactamente en mitad del universo, eso si, flotando.

El aroma de la vegetación desde el amanecer te va acompañando a lo largo de todo el día y, lo que es peor, de la noche, también. En primavera y otoño es difícil de aguantar y si hay rocio o ha llovido es totalmente insoportable el ozono que se crea.»

Un hotel rural con Spa para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza, un espacio para impresionar a tu pareja, para contemplar la salida y la puesta de sol, un ambiente cálido, con velas aromáticas, chimenea, música, spa,…y en Guadalajara.

Siguiendo los principios del desarrollo sostenible, las cuevas bioclimáticas del Hotel ofrecen una regulación térmica natural y a  su vez una defensa de las energías renovables, ofreciendo una estancia aún más en sintonía con el entorno de este hotel rural.

Un sistema natural de bioclimatización consigue que una bolsa de aire almacenada, fria en verano y calida en invierno, circule entre el sótano y el tragaluz, aportando al huésped un aire natural a temperaturas agradables rodeado de espacios blancos y minimalistas en un estilo austero que nos recuerda a los primeros pobladores de la zona.

La oferta de este hotel rural ahora se completa con un Spa recientemente inaugurado, una obra diseñada e integrada perfectamente en el entorno natural y protegido como lo son los alrededores de Las Nubes.

El Spa totalmente abastecido con energías limpias, con calderas de biomasa alimentadas por combustibles como pellets, orujo, cascara de almendra, que consiguen mantener el agua y la temperatura ambiente en el máximo confort posible y con impresionantes vistas sobre los meandros del Rio tajo.

Sumergido en el gran Jacuzzi, o en el pequeño, o desde las relajantes tumbonas térmicas o desde el baño Turco, por no nombrar el relajante paseo Compostelano podrás disfrutar de esas vistas mientras te sumerges en la pileta de agua helada o dejas caer sobre tu cuerpo un cubo de agua a esa temperatura; añádele un atardecer o la luna reflejándose en el rio…

¿Has sentido alguna vez la ingravidez? Culmina el recorrido del Spa con un rato en el Flotarium. Es como estar en el Mar Muerto, pero con cromoterapia, y no olvides concertar cita para darte un masaje relajante de los muchos disponibles en la carta de masajes.