Un hotel de oreja y vuelta al ruedo.
Una plaza de toros reconvertida en un hotel de cinco estrellas en Méjico.
En la bella y colonial ciudad de Zacatecas, declarada patrimonio de la humanidad desde 1993 una plaza de toros que soñó con ser hotel es hoy uno de los más curiosos y extraordinarios del mundo. De hecho, mantiene el diseño original, con ruedo incluido, en el que la arena ha sido convertida en el patio central del hotel, pero eso sí, con azulejos en lugar de tierra y turistas en vez de reses.
El hotel Zacatecas pertenece a la cadena de hoteles Quinta Real, una de las más prestigiosas de Méjico. De hecho, este complejo recibió el Premio Internacional de Arquitectura hace ya hace unos años por su gran proyecto de restauración. De la antigua plaza de toros se conservan los pasillos abovedados, las paredes y techos de ladrillo originales, lo que atrae a los visitantes a este alojamiento cinco estrellas dentro de un monumento histórico.
Cuenta con 49 habitaciones, la mayoría espaciosas y con vistas al ruedo, de estilo colonial clásico, decoradas con antigüedades y obras de arte originales. Pero la que destaca por encima de todas es la presidencial, con dos alturas y unos amplios ventanales para disfrutar de la plaza al completo.
En Zacatecas han aprovechado todos los espacios al máximo y uno de los rincones más especiales se encuentra en el callejón. Se trata del bar Botarel, que conserva lo más antiguo de lo que fueron los toriles. Además, cuenta con un restaurante en el que prima la cocina gourmet mejicana con toques internacionales.
¿Te apuntas a una comida magnífica con una vista privilegiada al ruedo de lo que fue la Plaza de Toros de San Pedro?
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