Saint-Barth Isle de France, el gran lujo llega a las Antillas.
El último hotel de Cheval Blanc nos lleva a San Bartolomé, una de las islas más impresionantes de las Antillas. Así es el Isle de France.
Chevel Blanc es la marca de hoteles de lujo del Grupo LVMH. Su última apertura abandona las idílicas aguas de Maldivas o la no menos interesante estación de Courchevel 1850 para poner rumbo al Caribe. Concretamente a Saint Barth (San Bartolomé), una de las islas que siguen formando el territorio de ultramar de Francia.
Allí ha abierto sus puertas hace unos meses el Hotel Saint-Barth Isle de France, todo un resort boutique en el que poder disfrutar con la máxima intimidad y tranquilidad de unas vacaciones perfectas en las Antillas. Lo hizo tras un impresionante trabajo de reacondicionamiento y rediseño liderado por el diseñador británico Bee Osborn sobre la antigua propiedad que se encontraba en lo que hoy es el complejo. El interiorista reformó por completo las zonas públicas, las villas, las suites, decoró de forma individual cada habitación… y siempre uniendo el estilo chic francés con el tradicional del Caribe.
Pero no solo eso, además de renovar todo el colorido de paredes, suelos, muebles… se creó un tono de rosa especialmente para el hotel, que se combina con un turquesa también registrado por la cadena hotelera.
Situado frente a una de las playas más exclusivas de San Bartolomé, no faltan ni los jardines tropicales ni las villas con su piscina privada y una amplia terraza en la que descansar mirando el mar. Además, cuenta con una interesante oferta culinaria: La Case de l’Isle, un restaurante donde se sirven alimentos de proximidad en recetas francesas; y siempre con vistas al Caribe.
Las dos villas del complejo destacan por su amplitud y decoración minimalista. Con tres dormitorios, son sofisticadas pero cómodas, con dormitorios de lujo creados por Penny Morrison
en los que no faltan baños adyacentes con jacuzzi y vestidor independiente, pero integrado en la habitación. Además, tienen acceso privado al restaurante, así como una piscina privada exterior.
A partir de 7.000 €/noche, el mejor modo de disfrutar de uno de los rincones más privilegiados del planeta es hospedarse en este nuevo hotel donde el lujo se eleva a la máxima potencia.
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