Relais San Maurizio, el spa de la trufa blanca del Piamonte.

Santo Stefano Belbo es una pequeñísima localidad en pleno Piamonte de apenas 4.000 habitantes. Situada a 60 km suroeste de Turín, vive especialmente de la agricultura, tanto de los viñedos que pueblan sus lomas como de la obtención de la trufa blanca, uno de los hongos más preciados por la gastronomía internacional de élite. Allí, en lo que fue un antiguo monasterio, es donde Pier Domenico Gallo decidió abrir su proyecto de vida: el resort de lujo Relais San Maurizio, cuyo spa se encuentra entre los mejores de Italia.

Perteneciente a la cadena Relais & Châteaux, el San Maurizio se compone de 16 habitaciones (desde 280 €/noche) y 14 suites (a partir de 400 €/noche). Las 30 se encuentran situadas a lo largo del complejo, compuesto por diferentes edificios conectados (a excepción del que cubre siete de ellas, que está apartado). Todos con jardines privados y respetando los planos originales del monasterio. Eso sí, las celdas de los monjes son ahora dormitorios de gran lujo, con lo último en tecnología y una decoración que varía completamente de una cámara a otra.

Entre sus servicios destaca una piscina que permite vistas de 360º de toda la región, pero son otros dos los puntos fuertes. Por un lado, el spa. Bautizado como Monastery Medical & Beauty, cuenta con instalaciones perfectas para relajarse, desde la impactante Grotta del Sale (una cueva salina natural, cuyas aguas eliminan toxinas y tienen propiedades linfáticas) a diferentes piscinas, solárium, cabinas de tratamientos…

Por otro, la gastronomía. Su restaurante Guido da Costigliole es un referente de la región desde hace medio siglo. Se encuentra en lo que fue la antigua bodega del monasterio y cuenta con 2.500 referencias en su carta de vinos, además de un menú de alta cocina de autor, elaborada por Andrea Alciati. Además, cuenta con el Truffle Cafè, uno de los bares de vinos por copa más importantes y variados del Piamonte.

Mucho más que una escapada, un fin de semana en este rincón de Italia es sinónimo de lujo y el mejor descanso en plena naturaleza.