Mandarin Oriental desembarca en Bodrum.
La cadena hotelera de gran lujo elige el Egéo turco para inaugurar su primer resort en Europa.
La cuna del escritor Heródoto y del historiador Dionisio de Halicarnaso fue un pequeño pueblo de pescadores hasta que en la década de los años 70 del siglo pasado un avezado empresario hotelero puso un ojo en sus costas de playas hermosas, bañadas casi todo el año por un sol resplandeciente. Desde entonces, Bodrum no ha dejado de crecer, convirtiéndose hoy en el centro turístico en expansión más importante de Turquía.
Prueba de ello es su más reciente inauguración. Este verano se ha estrenado allí la cadena hotelera de gran lujo Mandarin Oriental. Lo ha hecho en la costa norte de la penísula de Bodrum, en el distrito de Göltürkbükü, y no con un hotel cualquiera, sino con el que es ya el primer resort de playa del Grupo en Europa. Así, las aguas del Egéo tendrán el privilegio de ser las que se vean desde sus 109 habitaciones, con suites de entre 72 y 145 metros cuadrados, las más espaciosas de toda la región.
El establecimiento se encuentra en una parcela privada de 60 hectáreas en plena área de Cennet Koyu, una pequeña bahía natural en la que el agua se convierte en azul turquesa y que está rodeada por una frondosa vegetación. No es de extrañar que algunos la llamen como la Bahía del Paraíso.
Pensado para el descanso, el hotel no ha escatimado infraestructuras para el spa. Con tres plantas que suman 2.700 metros cuadrados, cuenta con una atmósfera de lujo en la que cabinas y zonas de hidromasaje tienen vistas sobre el Egéo. Se compone de cinco salas de tratamiento corporal y otras tres, facial, tres suites VIP (una de ellas para tratamientos en pareja), un hammam con salas privada para exfoliaciones de piel y el más completo gimnasio, además de una piscina interior donde poder nadar.
Es para momentos de indulgencia, como también la oferta gastronómica. Tres restaurantes, cuatro bares, una terraza lounge y una pastelería suman todo un océano de posibilidades culinarias. Resultará complicado no llevarse a la boca un capricho con tanta variedad. Destaca el restaurante Olive Garden, que ofrece cocina tradicional turca. Los que prefieran italiana deben acudir al Assaggio, mientras que los que se decanten por cocina internacional, pero también basada en raíces mediterráneas, tienen en el Sofra su lugar.
Este verano se puede reservar una noche allí a partir de 995 €/noche. Si se quiere con piscina privada, a partir de 3.500 €. Un lujo del Egéo, de estreno.
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