La joya de Florencia.

Con 45 habitaciones y suites, el hotel Il Salviatino de Florencia es una de las puntas de lanza del lujo toscano. Se ubica en una villa italiana del siglo XV que, en su día, fue la residencia de verano de la familia Salviati (una de las sagas de banqueros italianos, junto a los Medici, más conocidas desde la Edad Moderna); y todo en ella destila exclusividad, servicio de cinco estrellas y trato exquisito. Además, como no está en plena ciudad, sino que se ubica en la colina de Fiesole, sus vistas sobre Florencia y el paisaje son impresionantes.

Auténticos tejidos toscanos realizados a mano, piezas de arte seleccionadas y detalles en cuero han sido algunos de los elementos que se han utilizado en la decoración de las habitaciones, siendo diferentes todas entre sí. Destaca especialmente la suite Affresco, perfecta para los amantes del arte. Ésta se centra alrededor de un gran fresco de 1886 pintado por Bruschi y dos óleos de Gabriel van der Leeuw. Además, su cuarto de baño incluye una antigua bañera de piedra.

Uno de los puntos fuertes del hotel es la gastronomía. Acoge el restaurante Le Serre. Al frente se encuentra Carmine Caló, galardonado en 2009 con el Premio al Mejor chef novel del centro de Italia. Con una cocina rica en productos locales, sencilla y sabrosa, está a la altura de sibaritas exigentes. Además, aquel que lo desee puede apuntarse a unas clases con el propio Caló.

Este invierno presentan una promoción llamada ‘Dine Around’ que incluye un almuerzo o cena en su restaurante (o en alguno de la región seleccionado), además del alojamiento, y que parte de 510 €/noche en media pensión. La Toscana nos espera a mesa puesta.