Herman K, de transformador eléctrico a hotel de lujo.

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas? esa es, probablemente, una de esas ideas que pasa por cierta a base de verse repetida en infinidad de ocasiones más que por lo que pueda tener de cierto porque, si bien es verdad que hay segundas partes perfectamente prescindibles (seguro que más de una saga de cine ha pasado ya por tu cabeza…) hay otras, tantas como las prescindibles sino más, que se nos antojan magníficas y buen ejemplo de ello es este nuevo hotel danés, el Herman K.

Y es que el Herman K fue, antes que un hotel, un transformador eléctrico y cuando su vida útil llegó a su fin y casi podía sentir el tic tac del discurrir de sus días hacia el fin de su existencia, se vio totalmente transformado y renovado para comenzar una nueva vida, ésta es, sin duda, una de esas segundas partes que no nos queremos perder.

Viajar a Copenhague y visitar a su célebre sirenita es siempre una buena idea pero hacerlo además alojándonte en un hotel boutique de cinco estrellas con tanta y tan variopinta historia como el Herman K lo es más si cabe; y es que si por algo se caracteriza la cadena hotelera danesa que regenta este nuevo establecimiento, Brochner Hotels, es por hacer de la arquitectura, el diseño, la gastronomía el arte y la innovación partes inseparables de su oferta de alojamiento convirtiendo sus establecimientos en hoteles únicos que ofrecen experiencias únicas.

Además de por su ubicación, en el corazón de la capital danesa, y por su arquitectura, que mantiene en su exterior la fachada original, el Herman K resulta encantador porque es un hotel relativamente pequeño, cuenta con 31 habitaciones entre la que encontramos también alguna suite y la más espectacular de todas, la del ático, que dispone de una terraza de 40 metros cuadrados; el mobiliario de diseño y las magníficas alfombras conviven en perfecta armonía con lo último en avances tecnológicos porque éste es un hotel domótico en el que abrirás la puerta de tu habitación con su smartphone.

Si buscas una experiencia única en Dinamarca, tenlo claro, buscas alojarte en el Herman K, un hotel boutique de 5 estrellas con un restaurante de comida danesa y, como todos los hoteles de la cadena Brochner una ‘Wine hour’ que se celebra de 5 a 6 de la tarde, ¿eres de blanco, tinto o rosado? la copa de vino la eliges tú.