Golf y Spa Gran Lujo en California.

Ser durante más de tres décadas uno de los hoteles más premiados en categoría de Gran Lujo no es un récord que se bata por casualidad. Lo saben bien en Rancho Bernardo, un resort a media hora del centro de San Diego, en California, que puede presumir de ser uno de los retiros de lujo preferidos por los más pudientes del Estado del surf y el sol.

Bastaría con echar un vistazo a alguna de sus 287 habitaciones (desde 160 €/noche), todas con un balcón o un patio privado, además de televisores de 42 pulgadas de pantalla plana, aparatos en los que poder oír la música de nuestro iPod por toda la estancia o Internet gratuito. En ellas, la decoración es cálida y acogedora, con multitud de sofás y sillones, camas King Size y, sobre todo, cojines. Muchos, más de una docena por estancia, dando una imagen muy hogareña al conjunto.

Pero no solo es por sus dormitorios. Otro punto fuerte que ha hecho de Rancho Bernardo una institución es su campo de golf. Con 18 hoyos, forma parte de los 13.700 metros cuadrados deportivos del complejo (incluyendo pistas de tenis, piscinas, gimnasio…), ha sido renovado recientemente y alberga campeonatos tanto de la PGA como de la LPGA.

Elegido mejor Resort con Spa por la revista Conde Nast Traveler, no hacer mención a su balneario es todo un pecado. El San Diego Spa es mucho más que unas instalaciones anexas, se trata de todo un complejo por sí mismo en el que destaca la gran piscina rodeada de camas balinesas y grandes ánforas de barro. En sus instalaciones se sirve cocina sana, a la altura de los tratamientos con cosmética orgánica que ofrecen en sus cabinas, que son pequeñas cabañas individuales. Solicitar un masaje intenso con árnica, una experiencia holística o una exfoliación envolvente con miel y yogur son solo algunas de las opciones.

Con varios restaurantes de cocina de autor y una cafetería propia, el Café Granada, cualquier bocado que se desee entre el tiempo de golf y el de indulgentes masajes y circuitos termales está también cubierto. Solo hay que acercarse a San Diego y disfrutar de un rancho nada ganadero…