Golf, palmeras y volcanes en Mauna Lani Bay.

Hacer un par de golpes bajo el par en un hoyo junto al Pacífico, en una de las islas volcánicas del archipiélago de Hawái es una actividad que engancha. Y da igual si sabes o no jugar al golf, porque nada más por el marco privilegiado en el que nos encontramos, ya dan ganas de aprovechar los palos y el carrito que ponen a nuestra disposición.

Nos encontramos en la costa Kohala, en la isla Grande de Hawái, a apenas 20 minutos de la ciudad de Waimea y del aeropuerto de Kona. Aquí, frente a una playa de arena blanca y con una estampa típica del Pacífico más paradisíaco, con sus palmeras y aguas turquesas, se enmcarca un cinco estrellas único: el Mauna Lani Bay. Con 334 habitaciones (que incluyen 14 suites y cinco bungalows privados), es uno de los complejos más completos, ya que cuenta con todo tipo de servicios, incluyendo 36 hoyos de golf y lugares de buceo y pesca que harán rabiar al más lobo de mar.

Los bungalows es lo que más llama la atención en cuanto a acomodamiento. Se trata de auténticas casas privadas con 250 metros cuadrados de espacio interior y otros 120 exteriores, en un jardín que incluye, además, una gran piscina solo para los que residan allí. Se ha decorado con los colores propios del atardecer en esa zona del archipiélago, en tonos tostados y ocres, vainilla y naranjas, y cuentan con jacuzzi exterior y barbacoa por si alguno se a punta a una experiencia ‘outdoor’. Las camas, con doseles, destacan con un interiorismo a su alrededor en el que no faltan los motivos hawaianos.

Los tres restaurantes del complejo rivalizan en vistas del atardecer y de la playa. El Canoe House ofrece cocina contemporánea hawaiana, mientras que el Bay Terrace es único ofreciendo desayunos cargados de energía para todo un día de actividades deportivas. El Ocean Bar & Grill es perfecto para la cocina internacional, y el Mountain Thunder es una pequeña cafetería en el que degustar dulces bocados y aperitivos salados, además del mejor café de las islas, entre los mejores del mundo.

Sin duda, un lugar en el que el golf es mucho más que un recorrido. Un paraíso ‘en verde’ con volcán al fondo.