Escapada blanca a Telluride, el hermano pequeño de Aspen. Monte Sneffels, Colorado.

Seguramente no hayas oído hablar nunca del monte Sneffels, pero este pico de las montañas de San Juan, en el suroeste de Colorado, es lo que podrás ver a primera hora del día, nada más levantarte, si tienes la suerte de estar en Telluride, el pequeño pueblo dedicado al esquí que empieza a convertirse en la competencia directa de una de las estaciones más importantes del mundo: Aspen; y todo porque ambas se encuentran en Colorado, aunque la segunda varios cientos de kilómetros más al norte.

El nombre de esta montaña no podía ser más bucólico, ya que se bautizó así inspirada en la cima de Islandia que el propio Julio Verne menciona en su ‘Viaje al centro de la Tierra’. Pero en Telluride no vas a adentrarte por grutas, sino a deslizarte por las faldas de sus montes, que por algo estás en el punto más alto del condado de Ouray, a 4.265 metros en el pico del Sneffels.

Con conexión con siete ciudades norteamericanas, el aerpuerto de Telluride no para de crecer en número de vuelos. Si no sabes dónde empezar a pasar tus vacaciones invernales dentro de unos meses, aquí tienes un destino que, si empiezas a reservar ya, no te dará más que alegrías. Y es que la estación de esquí de la zona permite todo tipo de actividades, desde las más deportivas a las de contacto directo con la naturaleza.

Y allí, en pleno bosque, se encuentra el Lumiére Telluride, un hotel boutique con mucho encanto. Levantado en una de las suaves lomas de los alrededores del pueblo, se trata de un complejo de arquitectura de estilo alpina con apenas 29 habitaciones. A un paso de las góndolas que nos llevan a la estación y al pueblo, no solo está pensado para los esquiadores, ya que cuenta con un magnífico spa en el que descansar, bien en su jacuzzi o dando brazadas en la piscina. Además, hay terapias de yoga si quieres un relax extra.

En él podemos elegir desde habitaciones dobles de hasta 47 metros cuadrados a residencias de uno y dos dormitorios, con hasta 190 metros cuadrados (en este caso, para cinco personas máximo), en la que no falta la pisicna privada, su terraza con vistas a las montañas o las camas King Size. y eso sin contar con el campo de golf del hotel, el gimnasio o la piscina exterior (abierta en temporada de verano).

Seguro que no te arrepientes de descubrir la estación de esquí de los culjanters, la que no tiene aun masificación turística, y más si pasas la noche en este hotel con ‘chic’ francés y mucho lujo invernal.