El país de las maravillas está en Amsterdam.

Canales, flores, casas coloridas y muchísimas bicicletas. Sí, efectivamente, hablamos de Amsterdam. Una ciudad única, llena de encanto y acogedora para todos los turistas que desean pasar unos días en ella. Amsterdam enamora y eso no hay quien lo niegue, ya que mientras se camina entre puestos callejeros con tulipanes, se disfruta de un café en una terraza o se visita alguno de sus múltiples museos, uno se rinde a su magia y sin casi darse cuenta queda unido para siempre a la ciudad.

Un viaje a la capital es todo un acierto, pero lo es aún más si decidimos alojarnos en un hotel único que complete la experiencia como se merece. Y qué mejor que el hotel que el Andaz Amsterdam Prinsengracht, un alojamiento que parece más bien sacado de un cuento que de la realidad. Se encuentra en el centro histórico de la ciudad y es un hotel boutique con una decoración excepcional que no deja indiferente a ningún huésped.

Cinco estrellas son las que tiene este mundo de ensueño, ya que el hotel en su totalidad bien podría haber sido sacado del cuento de Alicia en el país de las maravillas. Todo ello es obra del diseñador local Marcel Wanders quien ha conseguido crear un ambiente inspirador, llamativo ya la vez refrescante para que todos los clientes se sientan como en casa mientras experimentan sensaciones nuevas al alojarse en una habitación única.

Su decoración es totalmente atípica, las ilustraciones se mezclan con los espejos y la luz juega un papel fundamental en todas las estancias. El edificio anteriormente fue ocupado por la Biblioteca Pública y probablemente le ha quedado algo de la esencia de las historias bien contadas. El hotel cuenta con 122 habitaciones y se encuentra en un barrio muy animado y cultural. El Bluespoon Bar es perfecto para tomar un cóctel, su spa el lugar idóneo para relajarse y tiene también salas para organizar reuniones de negocios y todo tipo de eventos.