El Pacífico jardín del Edén.

Para perderse en una isla desierta con el único fin de sentirse; para olvidar todo lo que ocupa cabeza y tiempo agotando al corazón; para huir de los ladrones de tiempos y momentos, de las presiones y las prisas… para colarse dentro del alma propia y recordar por qué hace uno lo que hace, por qué merece la pena cada carrera y cada stress, cada reunión mala y cada resultado en rojo; para mirar de frente y a los ojos, de corazón a corazón y de sonrisa a vida, para reir y gozar… para ser feliz. Para eso son las vacaciones.

Y para soñar porque, al fin y al cabo, la vida buena empieza en los sueños, en los imposibles y en los que apuntamos en rojo en la libreta porque nos vemos en ellos a poco que pongamos empeño y fe; y puestos a soñar, yo sueño Laucala…

Laucala es una isla viva del Pacífico, 12 kilómetros cuadrados de vegetación densa y rica junto a un mar de aguamarina a turquesa, de puro paraíso, y ese entorno de calidez y belleza un resort de alojamientos amplios e íntimos, alejados de miradas indiscretas, provistos de comodidades y lujos sin par; con spa, campo de golf, club infantil, gastronomía local e internacional, rutas a caballo, deportes acuáticos…

Laucala dispone de residencias a pie de playa o sobre el mar, entre la plantación y a vista de isla y costa, todos ellos con una cuidada, moderna, cálida y acogedora decoración para que te sientas como en casa… pero mejor.

Mejor porque estás en una isla que llama a perderse, que evoca el perdido Jardín del Edén y se define a sí misma como el destino de tus sueños… Y puestos a soñar… sueño Laucala, en el Pacífico, entre las Islas Fiji, a la vista de amaneceres cálidos y atardeceres de ensueño…