Descanso y elegancia sureña en The Cloister.

Los Estados clásicos del sur de Estados Unidos siguen cultivando el confort elegante de otras épocas. Lo hacen de un modo que no está reñido con los adelantos el siglo XXI, pero siempre bajo una estética ‘vintage’. Es lo que ocurre en los hoteles de lujo de Sea Island, o lo que es lo mismo, las Islas del Mar, el conunto de islas y barras que salpican la costa de Georgia y Carolina del Sur. Allí encontramos The Cloister, un cinco estrellas que desde hace más de ocho décadas marca el ritmo del lujo en el Atlántico de Norteamérica.

Con una playa privada de más de 8 km. de largo (espectacular, de arena fina y muy ancha, para poder pasear horas y horas), este hotel de 175 habitaciones y suites (desde 575 €/noche) destaca por su exquisitez, que se aprecia en detalles como las alfombras tejidas a mano en Turquía, las sábanas del mejor lino, las amenities de Lady Primrose o los equipos multimedia de alta definición en cada estancia.

En The Cloister of Sea Island cuentan con uno de los spas más completos de Estados Unidos. Allí es posible encontrar todo tipo de tratamientos y terapias, pero no solo para recibirlos cómodamente en una cabina de masaje, sino también como curso o taller. Así, es posible dedicar una jornada a la reflexología o al yoga desde diferentes puntos de vista. Y no falta, claro, ni la zona de balenario ni la mejor cosmética para todo tipo de indulgencias.

The Cloister pertenece a un complejo mucho mayor, Sea Island, donde los restaurantes sobrepasan la docena. Sin embargo, en la zona reservada a The Cloister encontramos algunos que son exclusivos. Por ejemplo, el Georgian Room, pensado para cenas elegantes y que es el único con los máximos galardones de Georgia, con una chimenea presidiendo el salón, cuajado de candelabros. Hay que sumar The Tavola, el italiano en el que los más pequeños pueden incluso recibir clases de cocina; o solicitar un chef privado para que cocine en la suite, o incluso un menú especial para nuestras mascotas.

Con la oportunidad de hacer todo tipo de actividades en el mar, o en sus campos temáticos de tenis y paddle, es un retiro perfecto para sentir en qué consiste eso de vivir el lujo sureño de Estados Unidos.