Casa da Ermida de Santa Catarina, tu lugar para olvidarte del mundo en Portugal.

Un hotel rural aislado en una península bañada por las aguas de la albufera de Caia. Un entorno espectacular para disfrutar de paseos por la naturaleza y practicar deportes acuáticos.

No hace falta irse a la otra punta del mundo para alejarse de todo. En nuestro vecino Portugal, a sólo media hora de Badajoz, hemos encontrado un lugar privilegiado para desconectar. Hablamos de Casa da Ermida de Santa Catarina, un hotel rural situado en un península bañada por las aguas de la Albufera de Caia, en la parroquia de Santa Eulalia, en la provincia de Elvas. Lo envuelve un entorno espectacular integrado en la Red Natura 2000, donde los únicos vecinos son el lago, la vegetación, los animales y la ermita de Santa Catarina que, en años de lluvias intensas, queda totalmente aislada.

La finca de 80 hectáreas, salpicada de olivos y encinas, ha sido testigo de la transformación de la antigua vivienda rural –con una pequeña casa para los guardas-, en un sofisticado hotel rural. Se presenta como una construcción sobria que ha mantenido la típica planta rectangular, pero con un uso magistral de la madera y el vidrio, que incrementa la sensación de espacio y serenidad. El interior rezuma tranquilidad, con una decoración relacionada con el agua y el campo.

En la planta baja se dispone un gran salón con zona de televisión, juegos, lectura y una chimenea, ideal para las tardes de invierno. El salón se abre a poniente a través de una espectacular fachada de vidrio que da paso a un porche con vistas al lago. Hay también una sala donde se sirven los desayunos buffet, una cocina privada, un lavabo y 6 habitaciones dobles con baño privado. Pero si tienes la oportunidad, te recomendamos la gran suite, que ocupa toda la segunda planta. La decoración de las habitaciones es refinada y sencilla, con toques de color y elementos rústicos muy sugerentes. Destacan las alfombras turcas, los toalleros de madera y los lavabos revestidos con barreños de madera.

Casa da Ermida de Santa Catarina invita a no hacer nada, porque lo más maravilloso es su localización. La tranquilidad, la visión constante del lago, el silencio… Te encantará descansar en las camas de balancín junto al agua. Pero si buscas actividad, el entorno permite disfrutar de paseos por la naturaleza, observar aves y otros animales que habitan la zona, o practicar deportes acuáticos. Y cerca de aquí hay que visitar San Vicente, Campo Maior, Estremoz, las bodegas Adega Mayor o Elvas y sus fortificaciones-baluarte, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.



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