A Quinta da Auga, un remanso de paz en Galicia.

Cuando ves las imágenes de lo que se encontraron Luisa García y José Ramón Lorenzo en esta finca a las afueras de Santiago de Compostela y cómo convirtieron todos esos cascotes en un hotel de lujo, no puedes hacer otra cosa que quitarte el sombrero. Ellos son los propietarios y directores de uno de los establecimientos más bonitos y coquetos de Galicia: el Hotel Spa A Quinta da Auga, perteneciente a la cadena Relais & Châteaux y que desde 2009 ha llenado de lujo y elegancia lo que fue la antigua fábrica de papel de Laraño.

Su belleza es tal que, actualmente, es uno de los hoteles nominados en los Luxury Hotel Awards. No faltan motivos, pues es todo un hotel boutique lleno de detalles. El edificio, del siglo XVIII, así lo permite, pues son salas grandes en las que se pueden colocar todo tipo de antigüedades y detalles de decoración para sentirnos como en casa y, al mismo tiempo, en un plano de calma espiritual constante, gracias al arrullo del agua.

Precisamente su función de balneario es una de las más preciadas. Su spa permite realizar un circuito excepcional bajo un techo acristalado, por lo que es posible disfrutar de una relajante piscina de hidroterapia bajo el sol, una ducha con aceites esenciales bajo las estrellas (si se prefiere hacerlo de noche) o una sauna con acompañamiento de baño de vapor. Además, el hotel cuenta con un spa reservado que permite, en absoluta soledad (individual o por parejas), disfrutar de un hammam, de una ducha de sensaciones y contrastes, sauna seca y piscina caliente de hidromasaje.

Con 51 habitaciones, la oferta de A Quinta da Auga se completa con un restaurante gastronómico: el Filigrana. Este mes de febrero, por ejemplo, ofrece lo que ha llamado ‘Menú de Carnaval‘ (27 €), compuesto por Sopa del cocido con chupito de pataca rellena de ‘cachucha’, Timbal de lacón con grelos y patatas rotas, Prensado de Carne del cocido y chorizo envuelto en su repollo y Filloas especiales de A Quinta, orejas de carnaval, melindre y crema frita en kataifi.

Una escapada a Galicia cobra nuevo sentido de relajación y placer culinario en este hotel. Basta dejarse llevar por el arrullo del agua, el aroma de sus guisos y la belleza de la naturaleza que rodea el enclave (desde 145 €/noche).