Rusticae 5 hoteles para dormir en un molino.

Os mostramos 5 molinos convertidos en hoteles con encanto para una escapada muy especial.

Muchos hotelitos de nuestra geografía tienen mucho encanto, no solo por su decoración o por sus servicios, que también, sino por la historia que guardan sus muros que muchas veces no tiene porque ser una historia dramática, de nobles, reyes o princesas, sino una historia de verdad, de gentes sencillas que pasaron sus vidas allí, trabajando la tierra. Muchos años después, estos edificios que representan la verdadera forma de vida tradicional han sido descubiertos y rehabilitados por sus actuales propietarios, dándoles la oportunidad de contar su historia a los huéspedes que ahora les visitan.

 

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    Hotel Rural Gredos María Justina (Ávila)

    Este es un pequeñito hotelito abierto recientemente se situa en plena Sierra de Gredos que se asienta en un antiguo molino reformado junto a la casa de piedra del molinero del s. XVIII. Esconde en su interior 7 amplias habitaciones que guardan todo el encanto de la arquitectura tradicional de la zona y ofrecen el mayor confort posible a sus huéspedes con unas zonas comunes espectaculares y unas habitaciones cálidas y acogedoras que abren las puertas a las actividades en plena naturaleza.

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    Hotel Molino de los Gamusinos (Ávila)

    Este pequeño hotel-molino con encanto de tal solo 3 habitaciones, el más pequeño de Rusticae, es un antiguo molino de agua perfectamente reformado siguiendo la arquitectura y la tradición de la zona, un remanso de paz en plena naturaleza donde disfrutar del silencio y el relax. Con una decoración acogedora donde predomina la piedra y la madera, el ambiente de esta casa es único, por su magnífica ubicación, y la intimidad que dan sus tan solo 3 habitaciones. Un placer sentarse junto al fuego cuando el frío arrecia fuera, tras un buen paseo por el campo. El cielo por las noches, aquí es espectacular.

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    Casa dels Peixos (Lleida)

    En el Prepirineo catalán nos encontramos con este pequeño hotelito que hace dos siglos era un molino de pan y aceite y que en 2009 pasó a convertirse en un lugar destinado a la desconexión en plena naturaleza. Cuenta con una biblioteca y un amplio salón para disfrutar de la lectura, y del descanso en cada una de sus siete habitaciones que están decoradas al detalle predominando los blancos, los tejidos naturales y los muebles de diferentes épocas.

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    Hotel Fervenza (Lugo)

    Antigua morada del molinero ahora este edificio acoge un estupendo hotel con encanto a orillas del río Miño que descubrimos por su decoración rústica cuidada al detalle y unos desayunos muy completos con los mejores productos locales. Un consejo, no os perdáis un paseo por la orilla del río cruzando el espeso y mágico bosque que rodea este alojamiento en el corazón de Galicia.

     

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    Cresol Hotel Boutique (Teruel)

    Este hotel ocupa el espacio de una antiguo molino de aceite en la Villa de Calaceite, una de las joyas de la desconocida pero magnífica comarca de Matarraña, ofreciendo a sus huéspedes 6 habitaciones distribuidas en 5 plantas cuidadosamente decoradas en diferentes estilos y con todas las comodidades que esperamos en una escapada diez.



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