5 hoteles de Costa Rica donde vivir una aventura en plena naturaleza.
El país centroamericano destaca por sus paisajes, su selva, sus playas... y allí, en medio del océano verde de arboleda y frente a las azules aguas del mar, encontramos auténticas joyas del descanso.
Costa Rica se ha convertido en uno de esos destinos privilegiados en los que disfrutar de una naturaleza exuberante y un descanso especial. Y lo es porque allí es posible irse de vacaciones y, literalmente, ser engullido por la quietud de la selva hasta el día que tengamos que volver.
Además, las actividades se suceden alternando el Pacífico con el Caribe, los volcanes con los valles más verdes y los ríos y las lagunas con horas de spa y rica gastronomía. Es decir, lo mejor de lo mejor en apenas unos kilómetros. Si, además, decidimos irnos a alguno de estos cinco hoteles, la experiencia, directamente, pasa a ser sublime.
Entre las montañas y el golfo de Papagayo, este hotel es auténtico lujo y, además, con un carácter sostenible y ecológico. Cuenta con 152 villas y habitaciones y fue nombrado el mejor lugar del continente americano donde pasar una Luna de miel. Algo que se entiende cuando se descubre su spa, con nueve salas; o se cena en alguno de sus tres restaurantes temáticos. Además, campo de golf, playa a un paso, clases de cocina…
Apenas tiene 16 habitaciones, por lo que es un hotel boutique en el que el trato personalizado es cercano y atento. Exclusivo para adultos, ofrece mágicas vistas a un volcán desde espacio de diseño rústuco, rodeado de selva y con un coqueto spa donde recibir masajes en pareja de piedras calientes, así como disfrutar de un circuito termal o un cena perfecta en alguno de sus cuatro restaurantes. A un paso de El Arenal.
La península de Papagayo es uno de los rincones más hermosos de Costa Rica. Allís e levanta el Four Seasons Papagayo, uno de los resorts más lujosos, con 175 habitaciones. Allí los huéspedes pueden disfrutar de picnics para dos, paseos a caballo o en piragua, observación de estrellas y caminatas por el bosque tropical que rodea el complejo, viendo monos, iguanas y mariposas.
En la bahía de Drake, es un hotel boutique que se compone de siete bungalows y cuatro habitaciones. Aventura y comodidad se unen para los que quieran una estancia en plena naturaleza, disfrutando de lo que ofrece Costa Rica tanto en mar como en montaña y fauna. No faltan expediciones al Parque Nacional Corcovado, aunque ya en la playa del complejo se disfruta de la naturaleza más salvaje.
Este hotel está a los pies del volcán Arenal, por lo que sus aguas termales se han ganado un lugar entre los cinco estrellas más afamados de todo el continente. Además de su impresionante spa, sus 114 habitaciones son perfectas para el descanso tras una jornada de aventura en la selva. Hay un bar dentro de una de las piscinas y un restaurante con platos locales, Los Tucanes, que es impresionante.
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