Explosión de naturaleza atlántica.

Rocha se ha convertido en una de las regiones más interesantes para el turista que está un poco cansado de ver siempre lo mismo. Situada en el sureste de Uruguay, fronteriza con Brasil y bañada por el Atlántico, es rica en paisajes y rutas como la del Arroz, que se cultiva aquí desde el siglo XVIII y que se muestra desde un punto de vista histórico.

Los amantes de la Naturaleza tienen una cita con Cabo Polonio, una increíble reserva natural con dunas móviles que han sido declaradas monumento nacional. Además, es el hogar de la reserva de lobos marinos más importante del mundo, así como de más de 200 aves, entre ellas el flamenco chileno y el cisne de cuello negro. Quien guste de pescar, aquí podrá hacerse con corvinas negras de más de 10 kilos, entre otros peces. Y alejados del mar, en el interior, abundan terrenos escarpados que harán las delicias del amante del trekking o de la bicicleta de montaña.

Este rincón destaca como estupendo refugio para quienes practican el surf. La playa de La Pedrera, por ejemplo, cuenta con olas de fuerza y consistencia considerables, que terminan en la arena tras un recorrido de más de 200 metros. Punta del Diablo, otra de sus más de un centenar largo de playas, ofrece olas de hasta 2 metros con buena formación en las que se puede surfear con comodidad.

El mejor modo de conocer Rocha es tomando como base la capital del departamento, llamada también Rocha y con un urbanismo en forma de damero y casas bajas con una clara inspiración colonial. En sus angostas calles se pueden revivir las batallas que enfrentaron a los ejércitos español y portugués durante la primera mitad del siglo XVIII, cuyas armas se conservan en un museo junto a enseres gauchos.

Sin duda, una región que ofrece todo tipo de iniciativas al visitante y que se encuentra alejada de las rutas tradicionales y más masificadas de Uruguay. Perfecta para conocer en cualquier mes del año.