5 mercadillos en París para una Navidad ‘a la francesa’.
La capital gala no se queda atrás a la hora de engalanar sus calles de cara a las fiestas. Y, cómo no, tampoco podían faltar los tradicionales mercadillos.
Aunque lo habitual es que, a la hora de hablar de mercadillos de Navidad por Europa, sean los del Centro y el Norte del Viejo Continente los que más destacan, eso no quiere decir que en las capitales tradicionales no los haya. Y siendo como es uno de los centros neurálgicos de las compras y el glamour, París no se queda atrás en lo que respecta a mercadillos, decoración e ideas de regalo de cara a las fiestas.
Al igual que ocurre en otras grandes capitales, no hay un único gran mercadillo navideño, sino que se pueden encontrar diferentes en cada uno de los distritos. Elegir solo uno es prácticamente imposible, en tanto que cada uno de ellos tiene su propio encanto y distinción, como así el barrio en el que se encuentran. Estos son algunos de los que no podemos dejar de visitar si nos vamos este mes a París.
Es el más especial para las familias y parejas, ya que cuenta con una pista de patinaje sobre hielo que hace las delicias de todos… especialmente si tenemos en cuenta que se encuentra a un paso de la torre Eiffel, por lo que las fotos que allí se consiguen son geniales. Cuenta con 120 casetas y en ellas se puede encontrar prácticamente cualquier regalo que tengamos en mente, por lo que será difícil irnos con las manos vacías. Hasta el 3 de enero, todo un acontecimiento.
Situado en la plaza de Raoul Dautry, este mercadillo cuenta con nada menos que 40 casetas en las que se puede probar todo tipo de bocados de diferentes partes del mundo, así como comprar artesanías y objetos de decoración de esos mismos países. Las arcadas de la plaza albergan los diferentes puestos y no faltan ni los abetos ni un belén, así como un fondo musical de villancicos. Es el rincón perfecto para los que quieren encontrar el detalle perfecto para decorar su casa o regalar un objeto de decoración.
Un mundo de fantasía a los pies de la catedral de Notre Dame es lo que permite este mercadillo en el que se pueden encontrar desde un sinfín de productos de gastronomía de diferentes regiones de Francia como animadores disfrazados de época que nos deleitarán con su música de acordeón y bailes. La atmósfera de navideña se logra con una decoración cuidada, tenderetes llenos de luces y bolas de color y atracciones. Además, hay puestos de joyería, moda, accesorios, artesanos del cuero, pintores…
La avenida más importante de París tiene que tener también su equivalente en mercadillos navideños. Además de sus magníficas boutiques decoradas para las fiestas, es posible pasear, en el tramo de la plaza de la Concordia, por 160 casetas con atracciones y golosinas, actividades gratuitas, muestras de artesanía… y para los más atrevidos, una gran noria en el que rematar la visita con las mejores vistas de la ciudad.
Es el favorito de los más gourmets, y es que será imposible resistirse a las delicias que nos irán ofreciendo a lo largo de las calles del barrio engalanadas con los diferentes puestos. Como en Centroeuropa, no falta el vino caliente… ni los dulces de jengibre y todo tipo de bocados típicamente franceses. Tienen actividades para los pequeños, aunque lo habitual es que ellos también quieran probar las exquisiteces culinarias de todos los puestos.
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