Borgo Pignano, un hotel en un destino de película.

Con Rusticae puedes rodar tu propia película en un rincón que formará parte de tu sueño: el hotel Borgo Pignano.

Hay lugares que sin haber estado y sin saber cómo ya sentimos como parte de nuestra vida, de nuestro registro sensorial, de nuestras emociones más profundas. Esto nos pasa con La Fontana di Trevi de Roma, o el Empire State de Nueva York… y es que el cine, sin saberlo nosotros mismos, suma a nuestro inconsciente un sinfín de sentimientos y recuerdos. Esto nos pasa también con la Toscana, quizás el destino más recurrente cuando de rincones con sabor, encanto y una luz especial se trata.

Son muchos los que recorren miles de kilómetros para ver cómo son en realidad esos rincones de sus películas favoritas, aquellas que de alguna manera, cambiaron algo de su vida. Por ello, cuando nuestro destino es la Toscana, parece como si fuéramos nosotros mismos los protagonistas de una película que sabemos tendrá un final feliz y en la que recorremos la campiña italiana a lomos de nuestra Vespa; y en una mañana soleada gritamos a los cuatro vientos una de las frases que pasarán a la historia del cine: “Buongiorno principessa

Bien, pues este verano estamos de enhorabuena. Con Rusticae tenemos la posibilidad de rodar tu propia película en un rincón que formará parte de tu sueño: el hotel Borgo Pignano. Su ubicación es inmejorable, cerca Volterra y San Gimignano, ambos estampas idílicas que no podemos perdernos durante nuestro viaje a la Toscana. Volterra cuenta con 2000 años de historia y es considerada una joya viviente de la arquitectura y del arte de los distintos períodos etruscos, romanos, medievales y renacentistas. Y en el pequeño pueblo amurallado de San Gimignano, sus 13 torres que se levantan en el horizonte nos regalarán estampas al atardecer difíciles de olvidar.

Quizás cuando queramos contarlo a nuestra vuelta, no encontremos las palabras, ya parecerá un auténtico sueño poder dormir en una antigua villa italiana del siglo XVIII, con murallas del siglo XII y con un torreón con campanario desde el que disfrutar de unas vistas privilegiadas. Y es más, desde lo más alto sentimos que somos dueños y señores de las 750 hectáreas de campos y colinas que nos rodean y en las que descubriremos gamas de verdes que nuestros ojos no habían registrado jamás.

Además de sus 14 habitaciones, decoradas con una delicada elegancia y con frescos originales, y de la suite de la villa, el lugar más exclusivo, la piscina de agua salada excavada en una cantera de piedra caliza natural hará que nuestra experiencia sea aún más auténtica e inolvidable.

¿Y qué hay de la gastronomía? Un restaurante italiano siempre es garantía de éxito es cualquier rincón del mundo. Así que en plena Toscana no va a ser menos. El hotel Borgo Pignano está comprometido con la agricultura sostenible, por lo que cuenta con un cultivo propio, donde podemos encontrar algunos de los productos típicos de la región como aceitunas, cebada o alfalfa. Y como no, la pasta, que aquí está hecha a mano y en horno de leña. También en horno de leña está hecho el pan y los croissants de nuestros desayunos, que podremos combinar con miel, mermeladas y aceite de oliva elaborados todos en el hotel.

Sabemos que este es un lugar muy especial y con un alma familiar que nos engancha. La propia familia Pignano nos espera en la Toscana con su espíritu amable y siempre dispuesto a acogernos con todo su cariño, donde además si queremos podremos participar en sus vidas y actividades cotidianas.

3, 2,1, y… ¡Acción!



Viajar

Una brújula que nos acerca a esos destinos, más o menos lejanos, que alguien, antes que usted ha tenido ya la suerte de pisar.

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