Novias Ilustradas.

La firma Otaduy, especializada en trajes de novia, presenta su nueva colección de la mano de la ilustradora Lara Costafreda, en la que es una colaboración de esas que quedarán para el recuerdo. ¿El resultado? Pasen y vean.

Otaduy es una marca de novias diferente y transgresora por definición. Sus inicios se sitúan en una luminosa azotea de Keap Street, en Nueva York, en la que fue una tarde de verano entre amigos, hace menos de un año. Carolina Otaduy, la fundadora de la firma se inspira en momentos como éste para crear sus colecciones. En esas instantáneas que perduran y en los pequeños rituales que todos adoramos mantener en el tiempo.

La colección en la que Costafreda ha participado es la tercera de la marca y está formada por once formidables vestidos, todos ellos hechos a mano en su atelier de Barcelona. Con tan poco tiempo de vida, podemos decir que estos vestidos están en boca de cualquier futura novia, consiguiendo ser ya todo un referente para aquellas que desean casarse de un modo diferentes, con un toque especial y algo alternativo.

Sin duda alguna las propuestas de diseño que plantean en sus colecciones se salen de lo esperado en cualquier catálogo de vestidos tradicional, ya que como es sabido, el mundo de las bodas suele acercar estéticas algo conservadoras y clásicas. Otaduy sorprende, llama y propone unas novias delicadas, 100% en la tendencia y todo ello sin pereder de vista un instante la clase y la elegancia.

Costafreda, una de nuestras ilustradoras de cabecera, ya visitante de nuestra sección “Talent”, conoce a Carol Otaduy hace pocos meses, ambas admiraron el trabajo de la otra, se ilusionaron y concretaron un viaje común, el que sería un proyecto inolvidable para ambas. Lara crearía una serie de dibujos que acompañarían a los vestidos y participarían de ese contexto único y onírico en el shooting a cargo de Eduardo Miera de esta última colección. Obteniendo así, ahora ya podemos decirlo con los resultados encima de la mesa, una combinación más que acertada. Como si ilustraciones y vestidos siempre hubieran estado juntos, formando un tándem perfecto, Otaduy ha dado con la aguja del pajar.