París, Chloé y tú.
Chloé, una mujer elegante, femenina, sutil, convencida, segura, insinuante, enigmática, cómplice... y cómoda.
Chloé, una mujer sutil, elegante, femenina y pura insinuación nace en París de las ideas de una egipcia de espíritu bohemio hace más de medio siglo; basta acercarse hoy un paso a sus colecciones para descubrir que ni el transcurrir del tiempo, ni las manos e ideas que han tejido sus diseños a lo largo de los años, han cambiado un ápice el ser de la mujer Chloé nacido de Gaby Aghion.
En 1952, mientras Hollywood se enamoraba de un París de cabaret con una Jane Avril seductora, evidente y atrevida en su can can y sus ligeros, su rojo y negro, su noche, su baile… y su ser de Zsa Zsa Gabor en Moulin Rouge, la moda de otro París, alejado de las Jane Avril de vida licenciosa que inspiraban a Toulusse Lautrec, ceñía a las mujeres en vestidos ajustados y apretados de largo medio y respetuoso, en tendencia muy de postguerra; y en este mundo de mujeres en can can o en respetuoso atuendo de cintura imposible, Gaby Aghion da vida a Chloé, una mujer elegante, femenina, convencida, segura, insinuante, cómplice… y cómoda.
Así son las propuestas de Chloé, hoy de Clare Waight Keller como lo fueran antes de ella de Karl Lagerfeld y aún antes y al principio de Gaby Aghion; una mujer insinuante en seda y muselina, seductora en colores suaves y faldas al vuelo, segura en traje y apasionada en rojos, perfecta en blancos y negros, siempre y de cualquier modo, elegante.
Y hoy, esta primavera, como en su día María Callas, Grace Kelly o Jacky Kennedy, tú puedes vestirte de París y de Aghion, envolverte en la elegancia, el estilo, la insinuación, el enigma y la belleza de Chloé.