El brocado de Loewe.
Loewe en una edición limitada a través de una de las épocas más significativas en nuestro país en los siglos XVII y XVIII: el Barroco.
Dicen que tiene el poder de paralizar el alma. Que es una de esas que camina con pedrería y telas caras por las vías con la seguridad que le otorgan las miradas;Despeinada e insinuante, con la elegancia como asfalto, caminándola con paso firme y casi arrogancia.
Comentan que era una de esas melenas rizadas donde uno podía perderse gozosamente en las profundidades de la realeza a través de un simple brocado…
El otoño de Loewe es una estación con historia. La nueva línea de bolsos, pañuelos y artículos de piel se unen en una edición limitada a través de una de las épocas más significativas en nuestro país en los siglos XVII y XVIII: el Barroco. Entre formas floridas y curvilíneas, el único gran protagonista continúa siendo el grabado a mano del logo de la casa sobre piel, actividad que llevan desarrollando desde 1846.
Continuando con la inspiración propia del lugar de origen, la firma española viste a sus bolsos más emblemáticos, como el Amazonas, pañuelos, llaveros, monederos, cuadernos… con el fin de mostrar una propuesta cargada de sentimiento para los más detallistas, seguros de sí mismos, y, sobre todo, enamorados de Loewe.